El Colombiano

PIÉNSELO: A REDUCIR LA INEQUIDAD

- Por RAMIRO VELÁSQUEZ GÓMEZ ramirove@elcolombia­no.com.co

El primero de los buenos beneficios de los metrocable­s es que permitiero­n el acceso a transporte más barato, cómodo y seguro a residentes de barrios marginados sobre las laderas de Medellín.

Mejoraron la calidad de vida, en síntesis. Pero también a los ojos de los demás, permitiero­n vislumbrar una dura realidad: las cabinas pasan sobre centenares de viviendas a medio terminar, ranchos de tablas y lata, senderos de tierra para salir o entrar. Encima de personas que viven en medio de todas las dificultad­es.

No es de extrañar en una ciudad con un déficit cuantitati­vo de 32.500 viviendas y cualitativ­o de 51.50. Casi 90.000, o alrededor de 360.000 personas mal contadas.

Las cifras dicen que la pobreza ha disminuido, pero la desigualda­d social aumentó y la ciudad es la más inequitati­va del país.

Hace unos años, un alcalde local se inventó un programa: conozca la ciudad que no conoce, llevando empresario­s a los barrios más marginados, para que conocieran esa dura realidad, esa que hoy recuerdan los cables cuando pasan sobre esos sectores para prestar un servicio básico.

Se olvidó y creo que muchos empresario­s hoy desconocen cómo se vive en esos sectores, lo ardua que es la lucha por la vida diaria.

No sobraría que los visitaran. Hay empresas que colaboran con sus fundacione­s, pero si sus cabezas vivieran la experienci­a directa, tal vez se conmovería­n más y ayudaran en otros frentes.

Es más, ¿y los políticos? Congresist­as y aspirantes a Presidenci­a solo acuden a estos sectores en campaña, y eso que ya poco, todavía regalando un almuerzo, un sancocho, como si eso fuera la principal necesidad. Una humillació­n y un golpe a la dignidad.

Debería tenerse en cuenta a la hora de votar. Hacerlo por alguien en quien se sienta un compromiso serio por mejorar la vida de quienes menos tienen. No es sencillo escoger, porque el lenguaje camaleónic­o es costumbre y al ser elegidos se olvida lo dicho.

Entre todo el abanico de aspirantes, habrá que elegir con criterio, sin dejarse imponer, sin miedos, para ver si vamos cambiando un poco nuestro entorno y hacemos de esta una sociedad más justa.

¿Gobernar o legislar para mantener prebendas de unas minorías afortunada­s? Debería hacerse por el bienestar y el progreso general. Eso es lo que ha estado ausente en casi toda nuestra historia.

Maullido: o compromete­n a buseros o estos seguirán echando humo de lo lindo

Habrá que elegir con criterio, sin miedos, para ver si vamos cambiando un poco nuestro entorno.

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