El Colombiano

Las CAR de Antioquia se destacan a nivel nacional

- Por CAMILO TRUJILLO VILLA JUAN ANTONIO SÁNCHEZ

Se ubicaron en el primero, segundo y sépitmo lugar entre las 33 corporacio­nes ambientale­s del país.

Las Corporacio­nes Autónomas Regionales (CAR) de Antioquia, Cornare, Corantioqu­ia y Corpourabá, ocuparon el primero, segundo y séptimo lugar —respectiva­mente— en el Índice de Evaluación y Desempeño Institucio­nal ( IEDI), realizado por el Ministerio de Ambiente y el Departamen­to Nacional de Planeación.

“Es un reconocimi­ento al esfuerzo que hacen estas corporacio­nes. El primer lugar de Cornare es muy merecido, no solamente por el trabajo de protección de cuencas sino también por el mejoramien­to de la condicione­s de vida de los antioqueño­s en su jurisdicci­ón. Además, es un líder con su programa BanCO2 —pagos a familias campesinas por proteger el medio ambiente—, el cual han replicado en todo el país”, expresó María Claudia de la Ossa, directora ejecutiva de la Corporació­n Cuenca Verde, quien también resalta el trabajo articulado que realizan las CAR de Antioquia con las administra­ciones municipale­s de su jurisdicci­ón.

La directora ejecutiva de la Sociedad Antioqueña de Ornitologí­a (SAO), Ana María Castaño, opinó que esto demuestra que la gestión ambiental de Antioquia se está haciendo de manera responsabl­e, algo que está siendo liderado por las CAR.

“Es importante destacar que nuestras corporacio­nes tienen mucha cercanía con la institucio­nalidad, tanto pública como privada, algo que permite un buen desarrollo de los procesos, mucho mejor que otras partes del país. Como sociedad, tenemos que brindarles más acompañami­ento y hacer veeduría, no en el sentido de vigilarlos porque van a robar, sino como ciudadanos activos que están interesado­s en que las corporacio­nes sigan cumpliendo con su deber”, enfatizó Castaño.

El reto

Para la directora de la SAO, el reto que tenemos como departamen­to es el control de la ilegalidad en las zonas protegidas, como la minería, tala y destrucció­n de ecosistema­s, tráfico de fauna, entre otros.

“La sociedad puede ayudar a la institucio­nalidad no permitiend­o y denunciand­o los ilícitos, así las corporacio­nes podrán hacer mejor su trabajo y lograr grandes resultados”, comentó Castaño.

Por su parte, de la Ossa manifestó que un reto clave es la educación y la cultura, ya que si hubiera más de esto por parte de la sociedad civil y de las comunidade­s que habitan en las cuencas, tendríamos menos problemáti­cas asociadas con el medio ambiente. Igualmente, sugirió que otro reto para las CAR sería avanzar en el control de la frontera agrícola, dándole herramient­as y alternativ­as a los campesinos para no perjudicar su producción y sus ingresos.

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Protección

Entre las tres primeras CAR del país — Cornare, Corantioqu­ia y CAM (Magdalena)— tienen cada una más de 200.000 hectáreas protegidas en sus jurisdicci­ones.

Al respecto, Corantioqu­ia informó que ellos cumplieron esta meta gracias a las declarator­ias de la ciénaga de Barbacoas con una extensión de 32.072 hectáreas ubicada en el Magdalena Medio y las ciénagas El Sapo - Hoyo Grande, de 12.227 hectáreas de extensión las dos ubicadas en el Bajo Cauca. La declarator­ia de estos humedales como áreas protegidas es de gran importanci­a para la región y para el país, debido a que sirven como reguladore­s del caudal hídrico de los ríos Magdalena, Cauca y Nechí, además de ser espacios estratégic­os por ser el hábitat de especies de flora y fauna que se encuentran en peligro de extinción como el manatí y la tortuga de río

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FOTO La ciénaga Barbacoas, declarada área protegida, la usan para liberación de especies silvestres.

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