Proteccionismo de Trump agita el comercio global
EE. UU. se debate entre el rechazo de sectores globalistas y aplauso de trabajadores pro industria, que piden más aranceles.
Mientras Estados Unidos se divide por la decisión proteccionista de su presidente, Donald Trump, por la imposición de un arancel del 25 % para las importaciones de acero y del 10 % para las de aluminio, el mundo está alarmado con lo que podrá venir en el tema comercial.
Tanto demócratas como conservadores tienen posiciones contrarias, pero entre los compañeros de partido del magnate, muchos han visto en los aranceles un golpe al libre comercio, como es el caso del senador John Cornyn, el segundo republicano de mayor rango en la Cámara Alta, quien lamentó la creciente influencia de los asesores proteccionistas de Trump y el declive de los librecambistas.
“Estoy triste por ver marchar a al máximo asesor económico, Gary Cohn y el ascenso del director del Consejo Nacional de Comercio de la Casa Blanca, Peter Navarro, que creo que tiene un montón de ideas erróneas en cuanto a comercio”, dijo Cornyn.
En este sentido, algunos legisladores republicanos manifestaron que presentarán una iniciativa legal para frenar las nuevas tarifas -que eximen por el momento a Canadá y México- ante una previsible “guerra comercial”.
A su turno, la portavoz de la Casa Blanca, Sara Sanders, reiteró que se deberán abordar otras excepciones a petición de otros países, incluido Colombia, y que el documento les da la oportunidad de negociar con ellos sobre la imposición inicial.
Por su parte, desde los sindicatos y las asociaciones gre-
miales la noticia fue recibida con los brazos abiertos. “El presidente actuó decisivamente para garantizar que los recursos adecuados y la capacidad industrial de acero y aluminio están disponibles para apoyar a la seguridad nacional”, resaltó el presidente internacional de la United Steelworkers, Leo Gerard.
Richard Trumka, presidente de AFL-CIO, el mayor sindicato gremial del país, no tardó en aplaudir las medidas anunciadas por el mandatario y comentó que ha habido una guerra contra los trabajadores durante décadas.
Dicho sindicato cuenta con 12,5 millones de miembros y es una importante fuerza dentro del electorado demócrata y apoyó a la candidata Hillary Clinton en 2016, pero el gravamen y el giro proteccionista en la industria ha satisfecho una reivindicación recurrente durante los últimos años.
Del lado del Partido Demócrata, la senadora Elizabeth Warren rechazó la acción del presidente al considerar que “afecta a una pequeña sección de la economía y mete en el mismo bote a los aliados y a China”, aunque precisó que la esencia es correcta, según dijo en declaraciones al diario especializado The Hill.
Las grandes economías del mundo sí que han mostrado una oposición sin paliativos y han pedido la retirada de los aranceles. Jennifer Hillman, exmiembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC), se pregunta si el objetivo de Trump no será finalmente crear una crisis en el seno de esta organización, “incluso preparar el terreno para una retirada estadounidense”.
Es precisamente a la OMC, especie de juez en conflictos comerciales, a donde podrían dirigirse los países que se consideren perjudicados por las medidas de Trump
“El director del Consejo Nacional de Comercio de la Casa Blanca tiene un montón de ideas erróneas”.
JOHN CORNYN Senador Republicano en EE. UU.