HAY QUE INVITAR A VOTAR, AUN SIENDO ESCÉPTICOS SOBRE LA RENOVACIÓN POLÍTICA
Por supuesto que vale la pena votar, no solo como ejercicio de un derecho fundamental, sino como capacidad de escoger a quienes van a legislar y a hacer el control político al Gobierno. Además del pluralismo político que representan, los congresistas son un puente entre las comunidades, los ciudadanos y el alto gobierno.
Ahora bien, pese a la invitación a votar, hay que ser escéptico frente a las posibilidades de que vayamos a tener un Congreso renovado, o mejor. Obviamente puede que lleguen 8, 10, 20 personas nuevas, buenas, pero el Congreso ya tiene sus dinámicas muy definidas y los nuevos no son suficientes para lograr grandes transformaciones. Los caciques y partidos tradicionales seguirán siendo mayoría.
Otra cosa es que, lamentablemente, la gente en general no sabe cuáles son las competencias del Congreso, falta mucha pedagogía, mucha cultura política, y además hay mucha apatía ciudadana. Los gobiernos y la misma academia han incumpli- do ese deber pedagógico, los pocos que lo hacen son los medios de comunicación. Por eso la gente se deja llevar por los mensajes engañosos, por promesas que un solo congresista no puede cumplir (ni 10, ni un partido), y de allí que se siga abusando de lo emotivo, de lo pasional como se ha visto con la polarización de los últimos 16 años