El curioso zoológico de planetas extrasolares
De todos los tamaños, gaseosos y rocosos, en una o en varias estrellas, solos o en sistema, negros o de hielo.
Apenas han pasado 62 díasde este 2018 y ya se reportó el descubrimiento de 33 planetas alrededor de otras estrellas. Sí, planetas extrasolares o exoplanetas, como quiera llamarlos, esos que hasta 1995 eran solo un sueño en la mente de los astrónomos.
Sigue la búsqueda incesante de otro mundo que permita, de nuevo, soñar con la presencia de vida en otra estrella de la galaxia. Por fortuna, no hay que ir tan lejos, porque es en la Vía Láctea donde se han encontrado todos los planetas, por las limitaciones de los instrumentos.
Aunque en enero algunos científicos proclamaron haber detectado el primero en otra galaxia, hallazgo para ser confirmado. En estos 22 años largos se han encontrado 3.704 planetas, de acuerdo con la lista de la Nasa. 3.741 hasta el 26 de febrero, según otros sitios especializados.
Promesa
Pese a que solo entre 2016-2017 se reveló la presencia de un sistema, Trappist-1, con al menos siete planetas, varios de ellos en la zona de habitabilidad (esa donde puede existir en teoría agua líquida) es el sistema más estudiado.
Algunos de ellos podrían tener hasta 5 % de su masa en agua, es decir, 250 veces más que los océanos en la Tierra.
“Sabemos más de Trappist-1 que de cualquier otro sistema planetario fuera del nuestro”, de acuerdo con Sean Carey, director del Centro de Ciencia del Spitzer en Caltech. El Spitzer es un telescopio espacial en infrarrojo.
Trappist-1 (nombre derivado del programa que la estudió y en 2016 halló dos planetas a su alrededor) es una estrella fría a 39,4 años luz de nosotros. Spitzer no solo los confirmó sino que encontró cinco más en el sistema.
Por eso vale, antes de contar los más y los menos de este nuevo ‘zoológico’ planetario que apenas se comienza a entender, describir un poco qué puede aportar.
Un primer vistazo
La estrella más cercana a nosotros con un planeta confirmado es Proxima Centauri, a solo 4,3 años luz. Si bien en un comienzo generó entusiasmo al saberse que era rocoso, un estudio publicado el mes pasado en Astrophysical Journal Let
ters no ofrece mucha esperanza: la estrella emite unos pulsos de radiación que impedirían la presencia de vida.
Una erupción solar extrema fue detectada en marzo del año pasado. El planeta está tan cerca de la estrella que ninguna forma de vida soportaría la radiación.
Tres de los astros en Trappist1 están en zona de habitabilidad y la observación reciente no detectó hidrógeno en ellos, sugiriendo que pueden ser terrestres como se había intuido ya.
“Este descubrimiento es un paso importante hacia la determinación de si los planetas pueden contener agua líquida en sus superficies, lo que les permitiría soportar organismos vivos”, explicó Julien de
Wit, cabeza del estudio.
La Nasa cataloga 929 planetas como terrestres (rocosos), uno de cada cuatro de los encontrados.
Variedad
Tal como en nuestro Sistema Solar, donde hay cuerpos celestes de distinta composición (gaseosos como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) y terrestres (Marte, Venus, Mercurio, Tierra), en los hallados en otros soles la variedad existe y es más amplia.
Hay Neptunos y Júpiteres calientes, que a diferencia de los nuestros, residen muy cerca de su estrella. Y mini y super Neptunos, super Júpiteres, enanos gaseosos, gigantes de hielo y planetas de carbono (de diamante), terrestres enanos, Subtierras y Supertierras. Y los solitarios, fuera de la galaxia.
Mucho depende del tamaño y además de la cercanía a la estrella madre. Estas vienen en gran variedad: más grandes o pequeñas que el Sol, más o menos masivas, enanas blancas, enanas y gigantes rojas, amarillas, pulsares (estrellas de neutrones), y más.
Casi ninguno ha sido bautizado. Se denominan por el tipo de instrumento que los detectó y la designación dada a su estrella
Planetas de todo tipo que apenas comienzan a entenderse. ¿Qué más falta hallar?