Estas son las sorpresas que dejó el nuevo Congreso
No todos los candidatos que tenían posibilidades pasaron la prueba, muchos se quedaron y otros sorprendieron.
La voluntad del pueblo este 11 de marzo benefició la trayectoria, pero también le dió la oportunidad a algunos nombres nuevos que se estrenan como parlamentarios. Este Congreso dio sorpresas en materia electoral que nadie esperaba y dejó a otros por fuera del Capitolio.
Los quemados más notables son: Alfredo Rangel, quien fue uno de los abanderados de la defensa de la seguridad en los cuatro años que pasaron, y fue elegido el Congreso pasado gracias a la lista cerrada; Luis Alfonso
Plazas, el exmilitar retirado recordado por el proceso del Palacio de Justicia solo logró 24.392 apoyos, casi 2 mil menos que el último de la lista; Bernabé Celis quien se vio involucrado en un escándalo en los últimos días de la campaña política; Además está el rapero Don Popo Ayara quien pretendía llegar al Congreso y que solo logró 9.065 apoyos, casi 40 mil menos de los necesarios para llegar a la curul.
En el partido Conservador no pasaron Olga Suárez Mira, heredera de Óscar Suárez Mira, profugo de la justicia y tampoco lo hizo el representante a la Cámara Luis Horacio Gallón, considerado uno de los barones electorales de Antioquia.
Por el Partido Liberal sorprendió que la heredera política de Juan Manuel López Cabrales, Arleth Casado, solo lograra 57.323 apoyos, cinco mil menos que el último de la lista liberal. En el partido de La U se quemaron el exrepresentante cal- dense, quien había dado su salto al senado, Hernán Penagos con un déficit de 11 mil votos. En esa lista también se quemó el heredero del ñoño Elías, Eduardo
José Tous, quien obtuvo 46.745 apoyos muy por debajo de los 140 mil que obtuvo su padrino .
Según el profesor de la maestría de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, Juan
Carlos Ruiz, “las listas abiertas han demostrado que son una excelente oportunidad para los políticos, permiten que cada uno pelee sus votos y aproveche las estructuras políticas. Muchas veces el sistema puede parecer injusto pues un partido necesita 500 mil votos para pasar el humbral, pero un senador solo necesita 50 mil para obtener su curul dependiendo del bus (partido) en el que se suba” ■