LAS VENAS ROTAS QUE DESANGRAN A COLOMBIA
Son cinco los grandes males que aquejan a la sociedad colombiana: inequidad, narcotráfico, violencia intrafa- miliar, delincuencia común y corrupción.
Sin duda la lucha contra la corrupción será una de las banderas de todos los candidatos en campaña electoral. Si bien la corrupción es un fenómeno presente por igual en el sector público y privado, es necesario tener muy claro las causas y manifestaciones que se presentan desde lo público para desde allí empezar a buscar soluciones.
Todo comienza con un sistema electoral complejo, confuso, anticuado y caduco. Tenemos un Código Electoral de más de 30 años, anterior a la Constitución de 1991 (Ley 96/1985 y Decreto 2241/1986). De ahí que se presenten situaciones como las del pasado domingo: abstención, 1.137.133 votos nulos y 871.444 tarjetones sin marcar, para senado, 1.651.743 votos nulos y 544.006 tarjetones sin marcar, para Cámara, votantes desinformados, actuaciones fraudulentas de algunos jurados, errores en preconteo de votos, compra de votos, intimidación al votante, candidatos condenados penalmente, destituidos e inhabilitados, participando en las elecciones en cuerpo ajeno, a través de sus cónyuges, compañeras permanentes, hijos, sobrinos, nietos, trashumancia-trasteo de votantes y votos, y lo que faltaba, tarjetones insuficientes para una de las consultas.
Una vez llegan a sus cargos los elegidos, llámese presidente, congresista, alcalde, gobernador, concejal o diputado, comienza el desangre del presupuesto público. Son varios los mecanismos, que hoy llamo las venas rotas, por donde se hacen y pagan los favores políticos a jefes, caciques, financiadores, aportantes, patrocinadores de las campañas, copartidarios, amigos, familiares. Venas rotas que desangran a Colombia.
Esas venas rotas son: el mal uso de muchos congresistas de los famosos cupos indicativos, que revivieron de manera grotesca los auxilios parlamentarios, las Unidades de Trabajo Legislativo (UTL) por donde se pagan favores contratando personas supuestamente para asesorar a los congresistas, las 9-10 causales de contratación directa (“A DEDO”) consagradas en la Ley 80/1993 y Ley 1150/2007, los mal llamados contratos de mínima cuantía establecidos en la Ley 1474/2011 (curiosamente llamado Estatuto Anticorrupción), los convenios y contratos interadministrativos, los contratos de prestación de servicios profesionales (nóminas paralelas que en muchas entidades superan la planta de servidores públicos) y de apoyo a la gestión, los convenios de colaboración-cooperación con particulares del artículo 96 de la Ley 489/1998, los convenios con entidades sin ánimo de lucro de reconocida idoneidad del artículo 355 de la Constitución, reglamentados en el Decreto 092/2017 que reemplazó el 777/1992, los cargos de libre nombramiento y remoción, los nombramientos de provisionales en cargos de carrera que muchas veces permanecen hasta 7-8 años, sin que se convoque a concurso.
Si de verdad un candidato quiere atacar y combatir la corrupción, tiene que empezar por exponer qué va a hacer frente a esas venas rotas.
Dejo algunas ideas para ir cerrando esas venas rotas: formación política de los ciudadanos, voto informado-reflexivo, elegir bien, alta cirugía a organismos de control (Procuraduría, Fiscalía, contralorías, personerías, superintendencias) para garantizar independencia-rigor técnico, veedurías ciudadanasacadémicas, veedurías internacionales, revisar edad y requisitos de estudio-experiencia para cargos públicos. ÉTICA