Putin, un “zar moderno” que se adueñó de Rusia
Desde el 2000, el pueblo ruso no ha tenido un cambio en el Ejecutivo, y al menos por los próximos seis años no lo verá. Hay Vladimir Putin 2018-2024.
Aunque el resultado no fue sorpresivo, el número de personas que votaron por el reelecto presidente de Rusia, Vladimir Putin, dejó en evi- dencia el poder aplastante con el que el mandatario, de 65 años, seguirá gobernando el destino de su país. Con tres cuartas partes de los votos es- crutados, obtenía más del 75% de los mismos. En la jornada se destacó que gran parte de los jóvenes se abstuvo en estos comicios, en los que la par- ticipación llegó al 51,9 % del electorado. Explicamos algunas razones del triunfo de un mandatario que se perpetúa.
Cuando entre el primer candidato y el segundo hay una diferencia de 63 puntos porcentuales, no es exagerado decir que la victoria de Vladimir Putin en los comicios electorales de ayer fue aplastante.
Con el 80% de los votos escrutados, Putin ya tenia el 76% de los tarjetones con una x sobre su nombre y el candidato comunista, Pável Grudinin, le siguió en una carrera que no tuvo competencia, con el 12,5% de los sufragios. Con esta votación, Putin superó su mejor resultado, que había sido el alcanzado en las elecciones de 2004 con el 71,31% de los votos.
“Es simplemente imparable. Logró entender tan bien el espíritu contemporáneo de los zares engolosinados con el poder, que logró convertirse en un zar contemporáneo”, dijo a EL COLOMBIANO el internacionalista de la U. Nacional, Fabián Sanabria.
Putin, que se atornilló para los próximos seis años la oficina roja del Kremlin, dijo que Rusia estaba condenada al éxito en su discurso de elección.
Las elecciones
Con denuncias por irregularidades por parte de los grupos opositores –el mismo Grudinin dijo que las elecciones no habían sido limpias–, la tasa de participación del electorado fue del 60%.
No obstante, muchos jóvenes, especialmente de las grandes ciudades, optaron por dar la espalda a la votación y se abstuvieron de participar en los comicios.
“Yo no voy a votar. Estoy en contra de estas elecciones. No las reconozco. Es un circo, un ritual para que Putin salga reelegido. Todo el mundo lo sabe”, comentó a Efe Elizaveta, una estudiante moscovita de 22 años. ¿A que se debió esta abstención?
De acuerdo al internacionalista, Diego Cediel, esto se debe a que la generación de jóvenes en el país ya tiene una visión más occidental de la forma en la que se debe ejercer la democracia y de la forma en la que el Ejecutivo debe establecer las garantías a la oposición.
“Ellos han rechazado ciertos mecanismos de entendimiento con la oposición porque, que casualidad que siempre los opositores de Putin terminen envenenados, muer-
tos o en prisión con procesos legales increíbles. Ese tratamiento a la oposición no ha cuajado con las generaciones jóvenes rusas que quieren otra forma de hacer política”, dijo.
Y por otro lado está la actitud beligerante con la que el actual gobierno ha abordado la agenda tanto doméstica como internacional. Esta forma de gobernar, argumenta Cediel, no sólo ha despertado la desaprobación generacional de los más jóvenes, sino también del grueso de la sociedad internacional.
“Su agenda política tiene un carácter en el que se privilegian seguridad, integridad del Estado ruso, que ataca con severidad a las regiones que quieren establecer su sedición como Osetia, Chechenia, entrometiéndose en los asuntos de Ucrania, de Bielorrusia, de Siria, de toda la región del Cáucaso y eso siempre generará inconformidades generacionales”, precisó Cediel.
Denuncia opositora
Más temprano durante la jornada, el líder opositor ruso, Alexéi Navalni, denunció irregularidades en unas elecciones en las que él no pudo participar como candidato, tras haber sido invalidado por la Comisión Electoral Central.
“A nuestros observadores en las regiones de Kémerovo (sur) y Krasnodar (suroeste) no les dejan entrar en los colegios electorales” y añadió que se equivocaron los que pensaban que “en estas elecciones habría menos falsificaciones porque Putin ganará de cualquier modo”, concluyó.
Aunque aún está lejos de superar el récord instaurado por Joseph Stalin, quien detentó el poder de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (Urss) desde 1922 hasta su muerte a los 74 años de edad en 1953, exactamente 31 años, Putin ha demostrado no tener intención de irse