LOS IMPACTOS AL MEDIO AMBIENTE
Según lo establece la ley, las empresas cuya potencia nominal instalada total supere los 10.000 kilovatios deben transferir entre el 3% (para las plantas hidroeléctricas) y el 2,5% (para las termoeléctricas) de las ventas brutas de energía por generación propia a las CAR que tengan jurisdicción en la zona de influencia de estas plantas. Esto hace parte de sus contribuciones obligatorias parafiscales.
Otro porcentaje aparte es utilizado para pasarles a los municipios en estas zonas de influencia de las plantas.
Solo para el caso de Corantioquia, la Contraloría estima que dejó de recibir más de 236 mil millones de pesos por las diferencias encontradas entre lo que tenían que pagar Las plantas eléctricas tienen impactos significativos sobre el ecosistema, aunque pueden ser mitigados. Para las hidroeléctricas es más por la pérdida de la biodiversidad por la llenada de los embalses. También causan afectaciones en las cuencas de los ríos, aguas abajo. Frente a las termoeléctricas, son más evidentes: tienen que ver con el deterioro en la calidad del aire por la quema de carbón. y lo que en realidad pagaron, sumando intereses moratorios. Estiman que esta situación se debe a la falta de mecanismos de control y monitoreo sobre estos recursos.
Las demás tienen valores de pérdida menores, aunque también multimillonarios. Por ejemplo, la CAR Cundinamarca dejó de recibir 224 mil millones de pesos, según las cuentas en el informe.
Negocios extraños
En Corpoguavio decidieron utilizar estos recursos del medio ambiente para pagar los sueldos de una abogada y una ingeniera ambiental, para el internet de una oficina y el transporte de empleados en camionetas, recalca el informe del ente de control.
No es el único caso. En Corantioquia los utilizaron para comprar un predio en el municipio de Caldas por 440 millones de pesos y dos camionetas 4x4, que se incluyen en una lista de 17 contratos por más de 5.000 millones de pesos que no tienen relación con el objeto que tienen las transferencias del sector eléctrico.
Ante lo encontrado, Corantioquia manifestó que distribuyó los recursos de acuerdo a las disposiciones de ley y con base en su Plan Operativo Anual y su Plan de Acción Corporativo.
En Cornare, decidieron utilizar ese dinero para comprar una parcela, instalar 15 parques ecológicos infantiles, mejorar el malecón San Juan del Puerto, en Guatapé, instalar alcantarillados en el municipio El Retiro y realizar avalúos comerciales de inmuebles, entre otros.
Por su parte, la CAR Atlántico usó 112 mil millones de pesos de las TSE para temas distintos a los que pide la ley, entre esos, para el saneamiento básico en el municipio de Soledad. A su vez en Corpoguajira, fueron dirigidos 1.290 millones para, entre otras cosas, comprar un software de oficina y construir gaviones contra las inundaciones en Riohacha.
Aunque todas las señaladas sustentaron la necesidad de los gastos en la aplicación de la ley, en todas la Contraloría insistió en que el destino de ese dinero es específico: protección del medio ambiente y cuencas hidrográficas alrededor de las plantas eléctricas de sus departamentos