Tiene su atractivo”
más sacármelos de encima. La edad, la experiencia y el sentido común te ayudan a desentenderte emocionalmente, pero no sé si intelectualmente. Por un tiempo sigues pensando en esa figura que has creado, pero no fue el caso de Escobar. Cuando decían “¡Corten!”, lo dejaba ahí y me marchaba. En este caso, además, trabajaba con mi pareja y llevarse a casa el trabajo con dos hijos resulta muy complicado”.
Conoció a su esposa cuando ella tenía 16 años en Jamón, jamón; luego los juntó en Ya casados han trabajado en
y ahora acaban de rodar en Madrid con el director iraní Asghar ¿Tiene ventajas compartir plató?
“Uno no puede dejar lo personal fuera, pero ahora que somos adultos esto nos motiva a entrar en un juego de imaginación y de creatividad, en el que no importa lo que a uno le pasa, sino lo que imagina que despierta en el otro, algo que te obliga a saltar la barrera personal para meterte en la ficción y que, en definitiva, es la interpretación”.
Antes fue Anton Chigurh, el frío asesino de
o Raoul Silva, el ciberterrorista rubio de
con en una secuela de 007. ¿Siente predilección por los villanos?
“Bueno, a ver, sí (risas). Pero son personajes distintos dentro de lo suyo. Elijo entre lo que me ofrecen buscando tonos diferentes en cada entrega”.
En Hollywood lo consideran uno de los suyos, incluso uno de sus personajes salió en un cameo en un capítulo de Los Simpson.
“Todo han sido accidentes. Cuando los jóvenes me piden que les dé un consejo, uso la frase de Cela: ‘Yo no doy consejos, que la gente se equivoque sola’. Conviene estar preparado para cuando el accidente se produce. Bigas Luna decía que la carrera es mitad suerte, 25 % preparación y 25 % decisión y tesón”.
¿A qué ha renunciado por la fama?
“A la capacidad de hacerte invisible, de mirar sin ser visto, pero no vivo prisionero de ello, me busco mis formas para poder observar, porque para mí eso forma parte de mi trabajo y de la inspiración que genera. Voy mucho en metro y, de cada diez veces, en cinco veo teléfonos que me apuntan para tomar una foto. Busco las líneas y las horas, pero siempre noto la mirada de un tipo desde el otro lado del vagón”
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