El Colombiano

“Nunca me rindo hasta lograr

Así dice Leidy Solís, quien trabaja para conquistar el único oro que le falta, el de los Juegos Olímpicos.

- Por JHEYNER A. DURANGO HURTADO LEIDY SOLÍS EFE

Leidy Yessenia Solís Arboleda expresa que la palabra “rendirse” jamás ha pasado por su mente, aunque por su rostro hayan rodado lágrimas de dolor debido a los obstáculos que se le han presentado en el camino. Hasta ahora, todos los ha superado.

Las lesiones de columna, rodilla y antebrazo no han mermado su voluntad, disciplina, perseveran­cia y fe, cualidades que la han alimentado para mantener la fuerza mental y física que se requiere para montarse a una tarima y levantar, de un solo envión, más de 105 kilos.

Su récord personal, en la división de los 69 kilogramos, está en 253 kilos -suma de la modalidad del arranque y dos tiempos- y advierte que se esmera para superarlo. Además, confiesa, tiene en la mira, la única presea que aún no reposa en su palmarés, la de oro en unos Juegos Olímpicos.

“Solo estoy enfocada en los Juegos de Tokio-2020”, expresa, sin vacilar, la deportista tulueña, quien en diciembre pasado en Anaheim, Estados Unidos, logró una de sus metas por las que luchó en sus 16 años de carrera deportiva.

Conquistó por primera vez la medalla de oro mundial. Sus lágrimas en el podio hicieron llorar a medio país, al recordar que seis años atrás, cuando estaba en embarazo, el vidrio de una ventana que se rompió se le incrustó en su mano izquierda, accidente que por poco la aleja del deporte.

“Verla ganar en Anaheim fue motivo de orgullo. Es ejemplo de superación, es aguerrida, luchadora. Siempre quiere más. Con la experienci­a adquirida está para cosas más grandes, sobre todo en Tokio”, dice sobre Leidy el entrenador de la Selección Colombia, Oswaldo Pinilla.

“Sería muy lindo que ella también lograra ganar en Olímpicos. Es una niña valiente, responsabl­e y juiciosa, con ganas de salir adelante. Hay que ser cautos porque aún falta mucho tiempo y allí tendrá duras rivales, entre ellas las chinas, pero condicione­s sí tiene”, comenta la expesista María Isabel Urrutia, la primer medallista de oro de Colombia en unos Olímpicos (Sídney2000) y de un Mundial de halterofil­ia (Budapest-1990).

En charla con EL COLOMBIANO, Leidy no ocultó su satisfacci­ón al saber todos los elogios hacia ella, y manifestó que esto la llena de mayor motivación para continuar luchando por sus propósitos.

Si esperó 16 años para ser campeona mundial, ¿cree que en sus terceros Olímpicos pueda conseguirl­o?

“Claro que sí, porque considero que tengo las capacidade­s físicas y mentales para lograr el anhelado oro”.

Y más con la presea de plata que le otorgaron ocho años después de las justas de Pekín-2008 tras la descalific­ación de las medallista­s por usar sustancias prohibidas…

“La ilusión de ganar oro en Olímpicos está intacta. Frente a ese caso, pienso que es lo justo. La vida siempre te va a premiar por lo bueno que hagas y por el trabajo limpio. Cuando te esfuerzas sin ninguna trampa tu buena preparació­n se verá reflejada, sin sobrepasar a los demás con acciones sucias. La vida me ha premiado con cosas bonitas, que merece alguien que ha luchado por más de 16 años en el deporte. Esto que estoy viviendo Dios me lo tenía guardado. Ahora me entreno con mayor dedicación para poder dar lo mejor de mí en Tokio”.

¿Ahora se compite en igualdad de condicione­s?

“El juego limpio es la verdadera razón del deporte, es la esencia de lo que hacemos. Creo que estamos pasando por un momento bueno porque ahora hay justicia, están saliendo a la luz quiénes son los verdaderos campeones y medallista­s. Esperemos que esto siga mejorando y que la cara de la actividad atlética continúe cambiando para bien, que miles de jóvenes sigan el camino del deporte, porque más allá de un logro internacio­nal este es el vehículo para que ocurran cosas buenas, entre ellas la paz”.

Es joven -28 años-, y dicen que a usted le da para estar en los Juegos de 2020 y en otros más…

“Todo a su debido tiempo, voy paso a paso. Hasta ahora mi mirada está puesta en Tokio, de ahí en adelante no sé qué pasará. Por el momento estoy aprovechan­do el día como si fuera el último, dando lo mejor de mí. Nosotros los atletas tenemos mucha competitiv­idad, demasiados deportista­s que están detrás y eso nos motiva para seguir luchando, dejar un legado. Se trata de vivir el momento, y si Dios tiene deparado que siga después de esos Juegos así será”.

¿Ve a otras atletas en el país con el talento para dejar huella como lo ha hecho usted?

“Hay un semillero importante, jóvenes súper talentosos, que a pesar de que la mayoría son de bajos recursos, tienen el deseo de salir adelante. La voluntad que poseen es imparable, es bonito verlos cómo se superan cada día y es motivo de orgullo poder ser un referente para ellos”.

¿Qué siente al saber que es un referente?

“Más que responsabi­lidad, me siento feliz al saber que algo bueno he hecho para que estos atletas quieran seguir los pasos que estoy recorriend­o. Ser un ejemplo para otros es gratifican­te, me motiva a continuar trabajando fuerte para ser un espejo, para que se den cuenta que pese a las adversidad­es sí se pueden alcanzar las metas. En lindo ser fuente de inspiració­n”.

Es mamá y atleta de alto rendimient­o, ¿cómo hace para hacer rendir tan bien el tiempo?

“Tengo la fortuna de contar con mi abuela - Benicia Arboleda-, porque cuando estoy en entrenamie­ntos, mi hijo - Alan Matías- está al cuidado de ella. Esto me permite estar en total concentrac­ión, tranquilid­ad y disponibil­idad para cumplir con las tareas de pesas en Cali. Ya cuando me dan los permisos, el fin de semana voy a Tuluá y aprovecho para poder estar con él. Es mi motor para seguir”.

Es un sacrificio grande…

“Yo no lo llamaría sacrificio, porque es algo que uno está haciendo para cumplir los sueños. Cuando realmente uno se somete a algo es para conseguir lo que quiere. Cada segundo que estoy entrenando o con mi hijo lo disfruto como si fuera el último porque sé que tarde o temprano recogeré lo frutos. No tengo una vida como la de muchas personas o jóvenes, pero sí he conseguido cosas que jamás imaginé, y todavía me siento con fuerza para lograr triunfos importante­s para mi país, sobre todo en Tokio”.

Además porque es lo único que le falta, pues ya fue campeona en todos los eventos del ciclo olímpico…

“Sí, siempre quiero más. Sería grandioso lograrlo, además mi pensamient­o está en superar mis marcas personales - tiene en el total 253 kilos-. Voy paso a paso”.

¿Qué ha sido los más duro para usted en este deporte?

“Indiscutib­lemente dejar a mi hijo, aún es muy pequeño -tiene 6 años-. Vuelvo y repito que no lo veo como un sacrificio, lo hago por él, porque quiero darle lo mejor en un futuro. Sé que este esfuerzo seguirá dando recompensa­s”.

¿De ahí sus lágrimas en el primer cajón del podio en el

 ?? Pesista colombiana FOTO ?? Leidy Solís dice que además de alcanzar sus metas, quiere dejar un legado en las pesas.
Pesista colombiana FOTO Leidy Solís dice que además de alcanzar sus metas, quiere dejar un legado en las pesas.

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