Poder competir que una lesión”
Y juvenil) y bronce en Río-2016 pasa momentos duros, aunque confía en superarlos pronto.
¿Cree que puede peligrar todo su proceso rumbo a los Juegos de Tokio?
“Gracias a Dios tengo una mentalidad fuerte. Reitero, con paciencia y sin dejar caer la motivación saldré adelante. Todos los días me digo: no puedo perder la motivación. Sé que hay cosas, como los Juegos Olímpicos que me esperan y no voy a ser inferior al compromiso”.
¿Teme a que el desespero le gane la batalla ante estos inconvenientes físicos que lo alejan de la tarima?
“Debo confesar que uno se aburre, obvio. Eso que caigan tantas lesiones y que luego recaiga no deja de preocupar. Me aburro, sí. Pero igual tengo la mentalidad fuerte para superarme y salir adelante. En estos momentos es más el dolor por no poder competir que el de la lesión”.
¿Está usando muletas, qué hace?
“No, camino normalmente. La última cirugía me dejó ‘melo’, eso es lo bueno del cuento. Hago terapia en gimnasio, mucho cardio y trabajo en piscina, por ahora cero pesas”.
Debe estar lejos en su peso, aunque usted viene de los 62 kilogramos y uno pensa- ría que en los 69 no tendría mayor problema…
“Pues estoy un kilo y medio por encima; eso no es nada, normal; de ese peso no me vuelo, es mi contextura. Eso no es problema”.
Además del grupo de médicos que le supervisan la rehabilitación, ¿quién más le aporta en ese aspecto?
“Cuando uno está en las buenas, la prensa se arrima; pero cuando uno atraviesa malos momentos no, y esta entrevista me devuelve la esperanza de que hay alguien que puede preocuparse por mí. Es un aspecto de motivación, como la que me brinda, ciento por ciento, mi compañera ( Michel Bejarano)”.
¿Qué energía lo motiva con mayor fuerza ahora?
“Indudablemente la de mi segundo bebé que viene en camino. Me da ánimos y me alegra la vida, así como cuando nació Joseph, quien ahora tiene cuatro años”.
¿No es preocupante la situación que usted plantea de no contar con rivales que le puedan exigir?
“Hace rato el país no tiene un buen grupo de pesistas de la categoría de mayores en los 69. En esta división no hay uno que responda bien. No hay nadie, excepto yo”.
Pero a nivel mundial, la competencia sí es brava y ahí se necesita esos rivales que metan presión…
“Chinos y coreanos son los más fuertes. Pero mientras me mantenga cerca en las marcas, siempre daré la pelea”.
Su registro personal 145180-325 de hace ocho meses (Panamericano) y de 155-183-338 de hace un año y medio (Olímpicos de Río), ¿qué peso alzado proyecta para poder pelear el podio en Tokio y apuntar al oro?
“160-190-350. Hay que trabajar para esa marca”.
Pone bien alto el listón, aunque antes deberá ganar el cupo en los torneos clasificatorios. ¿Cómo lo hará?
“Tengo el ánimo intacto y la mente clara y fuerte. Tengo la voluntad para seguir intentándolo incluso hasta cuando la fuerza se agote. Así que la ilusión de ir no ha decaído ni siquiera en los momentos más críticos. Estoy en el proceso, sigo adelante sin dejar caer la motivación, porque quiero subir al podio en Tokio”