MENTALIDAD DE CLASE MEDIA
Querido Gabriel, Terminé de leer el libro del que te hablé hace días: la autobiografía de Justin Trudeau, primer ministro de Canadá. Me dio trabajo empezarlo porque me pareció presun- tuoso que un hombre tan joven escribiera sobre su vida.
Sin embargo, como sé que eso es común en los políticos, ganó la curiosidad por comprender el discurso impecablemente incluyente, liberal, global y bilingüe que veía en redes sociales. ¡Además, confío en la gente que usa medias de colores! Resultó ser un político de pocos temas, pero muy claros.
Simplificando, solo habla de diversidad y clase media. En consecuencia, cuando se trata de economía, busca promover la clase media; y cuando habla de desarrollo social, propone consolidarla.
En Colombia se habla poco del tema. Sin embargo, en tu tertulia, donde hay políticos, empresarios y economistas, sería importante hablar de esto para referirnos al desarrollo. ¿Qué jalona la economía de una nación? ¿Quiénes construyen un país? ¿ Qué define la identidad de una ciudad sino sus barrios y gentes de clase media? De allí, de ellos, vie- nen casi todos los emprendedores, artistas y demás personas que transforman las sociedades.
¿Pero qué es la clase media? Desde lo económico, cada año disminuye la pobreza y esta semana se afirmó que es minoritaria la porción de colombianos que la sufre. Nuestra clase media crece. Sin embargo, como escribió Ca
milo Herrera en Pobreza y Prejuicio, nos seguimos viendo como un país pobre. Estamos anclados en el pasado
¿Será que nos da miedo reconocernos desde la abundancia luego de siglos de narrativa derrotista? ¿Será que los políticos solo consiguen votos con un discurso “pobretológico” y tienen miedo de trabajar para personas que piensan, exigen, proponen y escudriñan con atención cada uno de sus actos?
Por otro lado, me gustaría consultar la opinión de sicólogos y sociólogos. Porque creo que ser de clase media es más que esperar a que Planeación Nacional pu- blique unas cifras, es una forma de ver el mundo. Por ejemplo, podría significar dejar de esperar pasivamente los subsidios y aprovechar cada oportunidad, incluso estas, para dejar atrás la pobreza. Ser de clase media no es solo superar un umbral de ingresos sino adueñarse de la propia existencia; es confiar en el futu- ro y construirlo: estudiar mucho, trabajar duro, ahorrar, cuidarse, viajar y disfrutar de la cultura. Es educar a los hijos para que sean libres, sigan su pasión, nos trasciendan y vuelen lejos.
Te invito a hacer una tertulia sobre la clase media, cómo cualificarla, expandirla y consolidarla. ¿Te imaginas un país donde las personas no nos dejemos imponer límites imaginarios a nuestras aspiraciones? Ojalá aprendamos a hacernos cargo y a construir nuestros sueños, sin esperar que la felicidad y el desarrollo provengan del Estado o nos caigan del cielo. Pensémonos desde nuestro potencial. Seamos orgullosos colombianos, trabajadores, pensantes y ciudadanos de la clase media. ¿No fue Goethe quien dijo que como vemos a la gente es como la tratamos, y como la tratamos es en lo que se convierten?
Se despide, tu contertulio epistolar
Ser de clase media no es solo superar un umbral de ingresos sino adueñarse de la propia existencia; es confiar en el futuro y construirlo: estudiar mucho, trabajar duro, ahorrar, cuidarse, viajar y disfrutar de la cultura.