RECOMENDACIONES PARA REALIZAR EL EJERCICIO FÍSICO
Si uno no es un entusiasta de la actividad física —sugiere
entrenador personal— no se debe tomar con obsesión. Si no le gusta ir al gimnasio, el mejoramiento físico se puede hacer en un espacio en el que se sienta bien. Haga lo que le guste: caminar, ejercicios, trotar, na-
¿Qué hacer?
Yuliana, la nutricionista, señala que vida sana es más que llevar una dieta balanceada. También incluye hacer actividad física diaria, dormir adecuadamente y, si se consume alcohol, que sea de manera moderada.
Ella sugiere que las personas que deseen hacer de la suya una vida saludable, no deben creer que se trata de una rutina aburridora y difí-
cil. Deben comenzar por comer a horas adecuadas y no dejando ayunos largos entre comidas. Estas son cinco: desayuno, media mañana, almuerzo, algo y comida.
“El ayuno no es solo el que hacemos cuando nos acostamos y rompemos con el desayuno. Cuando hay un espacio de más de tres horas entre comidas, ya lo hay”.
Sugiere evitar los fritos y preferir los alimentos asados, dar... “Lo importante es mover el esqueleto”. El médico
da una clave: “Si uno puede hablar sin ahogarse mientras se ejercita está bien; si se ahoga, está exagerando, y si puede hablar de corrido como si estuviera quieto, debe aumentar intensidad a la acción”.
hervidos o preparados al vapor e incluir frutas y legumbres.
“No hay que satanizar los alimentos. Lo malo es consumirlos en exceso. Si te comes una hamburguesa, por ejemplo, no digamos que ella te va causar un infarto. Lo nocivo es si la comes diariamente o muy seguido, en vez de una vez a la semana o menos”. Invita a eliminar las bebidas gaseosas, porque tienen mucha azúcar y ácido
fosfórico, lo mismo que los cubos de caldo de gallina, el mecato de paquete, las carnes frías y las salsas.
En cuanto al alcohol —explica ella—, “los hombres pueden ingerir, sin que les haga daño, dos copas, sin que les haga daño, cada día; las mujeres, una. Y no es acumulativo, es decir, no puedes llevarte la base de que si no te tomas esa dosis cada día te puedes tomar seis juntas el sábado”.
Esteban, el entrenador, aconseja “mucho deporte y poca rumba”. Del primero, que no lo tome con obsesión, sino con calma para que a los pocos días no se sature y tire la toalla. En cuanto a la comida, aunque no lleve dieta estricta, vaya incluyendo cada vez más ensaladas, pollo y pescado. Dice que el yoga aporta al bienestar mental y da una clave que es a la vez un consuelo: a medida que uno se va sintiendo mejor, se anima a continuar en la campaña.
Federico Upegui advierte que el descuido en los hábitos son los que hacen que algunas personas a los 50 años ya parezcan viejitas y comiencen a sufrir infartos y anginas.
Para no olvidar a Juan Ocampo, digamos que cambió su alimentación, “no al ciento por ciento”, pero lo hizo. Incluye frutas y legumbres, evita fritos y gaseosas, prefiere los alimentos asados y cocidos, y hace al menos treinta minutos de ejercicio cada día. Ha disminuido siete kilos en dos meses y su malestar se fue.
A quienes claudican de sus programas saludables por afán, porque quieren obtener resultados de una vez, el médico Upegui les recuerda que así como “nadie se acuesta flaco una noche y se levanta gordo a la mañana siguiente, tampoco nadie se acuesta gordo y se levanta flaco. Hay que darle tiempo al tiempo”