Sin respuestas, revivió el brote de crudo en Magdalena Medio

Tan solo horas después de que Ecopetrol anunciara que se había controlado el brote de crudo y lodo del pozo Lizama 158, que tiene en estado de emergencia al Magdalena Medio, la petrolera encontró una nueva fuga en el yacimiento.

Se trata de un “orificio” ubicado a cerca de 60 centímetros de distancia del sistema de afloramiento, con lo cual se corrobora las denuncias de líderes rurales de la vereda La Fortuna de Barrancabermeja, quienes advirtieron que en la noche del lunes, se escucharon explosiones que venían del sitio donde se encuentra el pozo colapsado.

No obstante, ante este nuevo hallazgo, Ecopetrol advirtió que “hace parte del mismo sistema de afloramiento, el cual ya está controlado y continúa en el proceso de disminución de la presión. A la fecha se confirma que el nivel de los fluidos contenidos en el lugar sigue disminuyendo”.

Ante el creciente temor de que la mancha de petróleo llegue al río Magdalena, tomando en cuenta que ya han sido afectados la quebrada La Lizama, Caño Muerto y el río Sogamoso, el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres de Barrancabermeja realizó ayer una inspección a cuatro puntos de control ubicados sobre Caño Muerto y encontró que “la mancha está contenida y no avanza hacia otros cuerpos de agua como el río Sogamoso”.

Sin embargo, mientras se llega ya al día 26 sin razones exactas de Ecopetrol sobre lo que causó este desastre, el presidente de la empresa, Felipe Bayón, aseguró que “he ordenado una investigación a gente independiente de las operaciones para hacer los respectivos correctivos y evitar casos similares”.

Entretanto, el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, solicitó ayer al fiscal general Néstor Humberto Martínez, y al procurador Fernando Carrillo Flórez, abrir, inmediatamente, investigaciones penales y disciplinarias por el derramamiento de crudo, que según la Anla deja, hasta ahora, 2.460 animales muertos y nueve personas que han visto su salud afectada