Ingresos tributarios, menores que en Ocde
A Colombia le falta camino para llegar a obtener 34,3 % de ingresos tributarios como proporción del Producto Interno Bruto (PIB), tal y como sucede en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
Con exactitud, le faltan 14,5 puntos porcentuales, pues hasta ahora el porcentaje llega hasta 19,8 %, de acuerdo con las Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe publicadas por la misma organización con datos comparados a 2016.
En la pretensión que tiene el país para el ingreso a lo que se ha denominado el “club de las buenas prácticas” suscita un esfuerzo importante en materia de recaudo.
El país, también está por debajo del indicador promedio de América Latina y el Caribe, que se encuentra en 22,7 %. Cuba, por ejemplo recauda más que los países Ocde ( 41,7 %), en el top de la lista siguen Barbados y Brasil con 32,2 % cada uno, así como Argentina, con 31,3 %.
“Los que mayor recaudo como proporción del PIB en la región definitivamente no deben ser el ejemplo (...) pues tienen condiciones muy particulares que los ponen allí”, aseguró Alejandro Torres, docente de de Economía y Finanzas de la Universidad Eafit.
Según reseña la organización, la caída en el promedio de los impuestos se dio en la 12 de los 25 países analizados por una disminución de 0,2 puntos porcentuales en el gravamen a las ganancias, a su vez afectada por la renta de las empresas.
Lo que de todas maneras
muestra que “tenemos niveles de recaudo bajos por la evasión y elusión; lo que se agrava por la incapacidad del estado de recaudar impuestos”, sostuvo Torres.
En la práctica y hacia adelante lo que debe pasar es que se requiere aumentar el recaudo a través de dos vías “apelar a realizar menos gasto público o aumentar los impuestos”.
La propuesta de Torres no es descabellada si se tiene en cuenta que la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) ha dicho que por lo menos, este incremento se debe dar en 1,5 % para que el Estado pueda seguir reduciendo el déficit fiscal que tanto preocupa a las calificadoras de riesgo