LA DIFERENCIA ENTRE ERUDITOS Y AUTODIDACTAS

neurocientífica diferencia dos tipos de personas creativas entre los genios: eruditos y autodidactas. Entre los primeros están Miguel Angel, Leonardo da Vinci y George Lucas. Sus intereses eran las áreas del conocimiento. “Los de Lucas incluyen antropología, historia, sociología, neurociencia, tecnología digital, arquitectura y diseño de interiores”,

quiere preparar a las personas para competir con las máquinas dotadas con IA que irán surgiendo en los próximos años, y a las que él teme.

Elon, que nació en Sudáfrica, se ha permitido soñar desde que aprendió a programar cuando apenas tenía 10 años. Ahora creó Hyperloop, un sistema de transporte con el que quiere transportar pasajeros en cápsulas a una velocidad de 1.200 km/h. Y no es una locura, Elon ya tiene un centro de investigación en Toulouse, Francia, específicamente para trabajar en ello, y espera demostrarle al mundo que hará realidad sus ideas. Aunque parezcan fuera de este mundo.

Esas características

Como Mark y Elon hay otros genios en la industria tecnológica – Bill Gates y Jeff Bezos–, que no señala Nancy en un artículo publicado en The Entre los autodidactas señala a y

“Aprenden de sí mismos, en lugar de ser alimentados con cucharadas de información en entornos educativos estándar (...). Expresan la idea de que estas formas de aprendizaje no siempre son útiles e incluso pueden ser una distracción”.

tuvieron que pasar por una escuela para superdotados; incluso algunos como Gates y Zuckerberg hicieron una estadía corta en la universidad. La abandonaron para cumplir con sus proyectos y volvieron para recibir títulos honoríficos; Mark lo hizo 12 años después de empezar y Gates 15 años más tarde.

Según Mark, no era el mejor estudiante y hasta se quedaba dormido en clase. Así lo contó en un discurso que dio hace casi un año cuando obtuvo su título en ciencias computacionales en Harvard.

Harry Lewis, profesor que compartieron Mark y Bill, le contó a Forbes que los dos poseían una característica en común: ambición. Gates, aunque hubiera podido ser un excelente profesor de matemáticas, disfrutaba de los desafíos y “le gustaba mos-

trarle a la gente cosas que podía hacer y que ellos no”.

Años después de que los creadores de Facebook y Microsoft pasaran por sus aulas, Lewis no cree que el éxito de ambas compañías sea una coincidencia, y asegura, según le dijo a Forbes, que “reconocieron la importancia de algo a lo que la facultad no le estaba dando atención”. Es de genios, comenta el profesor, ser irreverente y confiado.

Para ser genio, según la cabeza de Facebook, no hay que esperar a que se prenda el bombillo con una idea grandiosa. Ese imaginario de que así se crean grandes proyectos es mentira y lo han construido el cine y la cultura popular, contó él en su discurso de graduación.

“Están muy equivocados. Esa idea de un momento de brillantez es una mentira peligrosa. Nos hace sentir ineptos por no tener el nuestro. Impide que gente con la semilla de buenas ideas las pongan en marcha. ¿Saben en qué más se equivoca el cine? Nadie escribe fórmulas matemáticas sobre cristal. Eso no existe. Está bien ser idealista, pero prepárese para ser incomprendido. Trabaje en una gran idea y lo llamarán loco, aunque al final salga bien”.

A él le funcionó su ocurrencia, hizo lo que genios como Pablo Picasso o Steve Jobs lograron con la pintura y el teléfono, según lo describen los neurocientíficos, Anthony Brandt y David Eagleman en su libro The Runaway Species: se basan en lo que ya existe y a partir de tres operaciones cerebrales, bending, breaking y blending (doblar, romper y mezclar), crean algo. Un proceso con el que la creatividad se expande, la fórmula con la que las ideas se convierten en algo grandioso, algo que podría cambiar el mundo.

Estos son los genios de la época, desde la tecnología