POBREZA RURAL
Por JUAN JOSÉ PERFETTI DEL CORRAL jjperfetti2@gmail.com
Según la información divulgada por el Dane, en 2017 los niveles de pobreza en Colombia se redujeron con respecto a los registrados en 2016. Ello ocurre tanto para la pobreza monetaria y la extrema como para la multidimensional.
Para el total nacional, la pobreza monetaria se redujo del 28,0 por ciento en 2016 al 26,9 por ciento el año pasado. Por su parte, la pobreza extrema cayó del 8,5 al 7,4 por ciento.
De otra parte, al analizar la pobreza entre las zonas urbanas y las rurales se encuentra que, en ambas categorías, se presentó una disminución en los tres tipos de pobreza. Sin embargo, las cifras muestran cómo, a pesar de la caída, los niveles entre la ciudad y el campo son diferentes.
Así, mientras que en 2017, los niveles de la pobreza monetaria, la extrema y la multidimensional en las urbes eran de 24,2, 5,0 y 11,4 por ciento, respectivamente, en las zonas rurales dichos guarismos eran, en su orden, de 36,0, 15,4 y 36,6 por ciento.
Estos resultados indican que, en el año pasado y con respecto a los correspondientes índices de pobreza en las ciudades, el nivel de pobreza monetaria rural era prácticamente un 50 por ciento más alta. Por su parte, la pobreza extrema y la multidimensional eran tres veces mayores.
Cuando se consideran los niveles de pobreza monetaria y extrema en las zonas rurales en los años 2002 y 2017, se constata que, desde principios de la década anterior, la pobreza rural ha venido disminuyendo progresivamente. En particular, dichos niveles pasaron de 61,7 y 33,1 por ciento a 36,0 y 15,4 por ciento, respectivamente. Sin embargo, como se dijo, las diferencias con las ciudades continúan siendo muy altas.
Más aún, la Misión para la Transformación del Campo señala que “la reducción de la pobreza multidimensional en la zona rural no ha sido suficiente para cerrar la brecha entre el campo y la ciudad, que incluso se ha ampliado en el tiempo”.
Al comparar la evolución de la pobreza multidimensional entre 2003 y 2013, la Misión encuentra que, para las zonas rurales, esta disminuyó 34 puntos porcentuales, mientras que la pobreza por ingresos sólo disminuyó 14 puntos.
La Misión concluye, entonces, “que ha sido más fácil redu- cir la pobreza mediante la expansión de servicios del Estado (por ejemplo, la educación, la salud y los servicios) por el canal de la política social, que con la generación de ingresos autónomos por el canal del crecimiento económico”.
En otras palabras, la mejora en la pobreza rural responde más a una efectiva política social del Estado en las zonas rurales que a una política agropecuaria y rural capaz de impulsar la producción, el empleo y los ingresos en el campo.
Ello constituye un resultado poco deseable pensando en que, para una lucha eficaz contra la pobreza rural, se requiere que prevalezca un vigoroso crecimiento que, en el caso colombiano, debe traducirse en una agricultura dinámica y sostenible capaz de impulsar no solo la gran producción empresarial sino, especialmente, la pequeña producción agropecuaria que es donde es más aguda la pobreza
La mejora en la pobreza rural responde más a una efectiva política social del Estado en zonas rurales que a una política agropecuaria capaz de impulsar la producción.