CERO MUERTES EN LAS VÍAS
Una escena recurrente en Medellín: saliendo del taco, los conductores aceleran como si el diablo se les llevara el alma. Datos del primer Congreso Internacional de Seguridad Vial realizado en Medellín en días pasados mostraron que en Colombia en 2016 hubo .158 muertes a causa de accidentes viales. De ese total, 270 se presentaron en Medellín. Tanto en Colombia como en la ciudad, las principales víctimas son hombres jóvenes. En particular, en Medellín las principales víctimas son peatones y motociclistas, pero, dada la participación de los diferentes medios, la probabilidad de morir en las vías es más alta para los ciclistas.
De acuerdo con la Agencia Nacional de Seguridad Vial, las principales causas de la mortalidad vial son el exceso de velocidad (40 %) y el irrespeto a las normas de tránsito (29 %). Y es que de acuerdo con la Ocde el 85 % de los peatones atropellados a 50 km/h mueren; esta probabilidad baja a 15 % a 30 km/h.
Visión Cero encarna la apuesta de los países de la Ocde y otras ciudades que se han sumado por reducir a cero la mortalidad vial y los heridos graves, entendiendo que ninguna muerte es aceptable. De acuerdo con Darío
Hidalgo, los principios son sencillos: los humanos cometemos errores, no resistimos un impacto a alta velocidad y tenemos muy mala percepción de la velocidad y sus riesgos asociados.
Por tanto, las estrategias para abordar el desafío son dos esencialmente: reducir los límites de velocidad y dotar de una infraestructura para reducirlos efectivamente: semáforos más frecuentes, cebras bien señalizadas, carriles más angostos, re- ductores de velocidad, pasos peatonales a nivel de la acera, ciclo-carriles protegidos.
Mientras avanzamos en infraestructura adecuada es indispensable incrementar los controles, estos no pueden ser esporádicos. En 2016, los comparendos por exceso de velocidad producto de foto detecciones alcanzaron 164.000, representando un 27,7%, en contras- te, los comparendos por exceso de velocidad vía operativos fueron una minoría, alcanzando solo un 2,3 % del total.
Una rápida observación al comportamiento de los conductores muestra que una vez pasan la cámara de fotodetección, aceleran de nuevo. La norma no ha sido interiorizada por convicción, solo por conveniencia. Aún no hemos hecho lo suficiente para concientizar sobre la importancia de reducir la velocidad, como se ha logrado con el uso de cinturón y del casco y el no tomar cuando se conduce. Llegó la hora de trabajar en la reducción de la velocidad en Medellín, con un papel central de los operativos recurrentes de los agentes de tránsito en los sitios de más alta mortalidad vial
Una rápida observación al comportamiento de los conductores muestra que una vez pasan la cámara de fotodetección, aceleran de nuevo.