LA VIDA ES SAGRADA
El filo del puñal brillaba a mi lado un viernes hace un par de meses cuando, en plena calle principal, llena de carros, justo frente a un restaurante cerca a Unicentro, a mediodía, y apenas unos segundos después de despedirme de un amigo que me acompañaba, a un delincuente le fue fácil amenazarme con una navaja y robarse mi bicicleta. ¿Tan poco vale la vida para que alguien me apuñalara por eso?
Estaba resignado a la pérdida, pero indignado por el hecho de que hubiera sido tan sencillo para el criminal llevarse lo que mi padre había comprado con su trabajo y que era mi medio de transporte a la universidad. Al otro día, intentando poner la denuncia a través del sistema virtual –que, por cierto, no recibía los documentos de identi- dad de nadie, como si estuviéramos en Colombia–, terminé leyendo un titular de un periódico de la ciudad, que me dejó bastante impactado. Solo tres horas antes del robo a mi bicicleta, Alejandro, de solo 14 años, murió apuñalado cuando tres jóvenes –dos de 16 años y uno de 18– le robaban una gorra. Sí, una gorra. Una simple gorra.
No vengo a hablar por mí y mi bicicleta, ya no importa. Vengo a hablar por Alejandro. Vengo a hablar por su madre que, como cuenta la nota, corrió hacia el cuerpo de su hijo entre lágrimas. Vengo a hablar por su destrozado hermano de 10 años. Vengo a hablar por sus dos amigos, que lloraban desconsolados detrás del acordonamiento.
¿Tan poco valía la vida para que un delincuente me amenazara por una bicicleta? Peor aún: la vida no valía nada como para que tres criminales le atravesaran un cuchillo y se la quitaran a Alejandro… la vida valía, para los dos asesinos, lo mismo que vale una gorra.
En su increíble ensayo La resistencia, Ernesto Sabato llama a pensar en la grandeza a la que todavía podemos aspirar como humanidad si nos atrevemos a valorar la vida de otra manera. Pues ese día Alejandro me llamó a eso. Me recordó que la vida es sagrada, que la vida vale, y demasiado. Mucho más que una gorra
* Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión joven. Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opi
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¿Tan poco valía la vida para que un delincuente me amenazara por una bicicleta? Peor aún: no valía nada como para que tres criminales le atravesaran un cuchillo y se la quitaran a Alejandro.