Gobiernos deben dar explicaciones con verdad y detalle
La jornada se nubló con la ratificación de un drama esbozado en la víspera: el asesinato del equipo periodístico de EL COMERCIO secuestrado hace 19 días en Mataje. El Presidente dio a conocer la noticia -la más triste en lo que va del siglo para esta casa periodística-, que atañe a un grupo unido en la tarea de hacer periodismo en circunstancias muchas veces hostiles y ahora trágicas. Ese dolor embarga a sus familias, a quienes acompañamos desde minutos siguientes al acto violento y con quienes empleados Y directivos han establecido vínculos de solidaridad. La muerte de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra también sacude al país que no dejó, desde el secuestro, de expresar su saludo solidario y preocupación. Los periodistas de EL COMERCIO han llegado desde al menos 20 años a zonas tensas de la frontera para narrar la vida de habitantes, poner en evidencia las fallas de seguridad y falta de presencia estatal en una zona vulnerable y de selva espesa. Nuestro equipo, en pleno ejercicio del derecho y el deber de informar, cumpliendo con protocolos y con el consentimiento de la autoridad al mando de la zona, fue en busca de insumos y datos para que el país siga estando informado. Esta vez no regresó... La respuesta de la gente, de los medios serios y de colegas del oficio no se ha dejado esperar. Es una actitud que esta casa editorial y su componente humano jamás olvidará. El secuestro se produjo en una zona que, desde hace años, se presta para la actividad siniestra del narcotráfico, contrabando, venta de armas y minería ilegal. En algunos de esos parajes, se han refugiado insurgentes venidos del país del norte. Desde la época del presidente Roldós hasta el bombardeo de Angostura, donde murió el cabecilla de las Farc, alias ‘Raúl Reyes’, ha habido momentos muy decidores. Esta vez, grupos que el presidente Moreno señaló como narcos desataron una ofensiva de atentados terroristas con explosivos contra el Ecuador que se llevaron la vida de 4 marinos, dejaron heridos y dan su golpe desgarrador con la muerte violenta del equipo de EL COMERCIO. Las Fuerzas Armadas y la Policía reforzaron operativos de control en la provincia de Esmeraldas, donde los criminales operan desde hace años bajo la amenaza y el miedo. Desde la convicción de seguir haciendo el trabajo, prevalidos de las garantías que debe brindar el Estado, solidarios también con los habitantes del sector, pedimos a gobiernos de Ecuador y Colombia todas las explicaciones del caso para saber lo que sucedió, con verdad y detalle, por el derecho que tienen la opinión pública, las familias y la sociedad sumida en una atmósfera de tragedia y luto. Hoy debemos, unidos, reconstruir el tejido social vulnerado, alcanzar seguridad y concretar la paz.