América abraza la PRENSA
Entre 2012-2017 asesinaron en el mundo a 584 periodistas. Siria, Irak y México pusieron la mayor cuota de muerte.
“No hacer ninguna concesión al terror”. Tal fue el clamor de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) al conocer el pasado viernes la noticia del asesinato de un periodista, un fotógrafo y un conductor del diario El Comercio, de Ecuador, a manos de un grupo disidente de las Farc. Luego, los asistentes a la cumbre gremial en Medellín, simbolizaron con un prolongado aplauso su invitación a que estas muertes no queden en el silencio.
El repudio del triple asesinato es mundial y revela los territorios más peligrosos por los que se mueve la búsqueda de la verdad en el periodismo. Entre 2012 y 2017, fueron asesinados en el mundo 584 periodistas y comunicadores, de acuerdo con cifras de la Unesco y Reporteros Sin Fronteras.
En los escenarios de guerra se han registrado las mayores bajas de los periodistas. De acuerdo con la Unesco, entre 2012 y 2016 murieron en Siria 86 periodistas, a los que se sumaron 46 en Irak.
México aparece en tercer lugar, con 37 homicidios de periodistas, en un país que enfrenta los horrores de los cruentos carteles del narcotráfico.
Entre los medios más expuestos siempre ha estado la prensa escrita. Sin embargo, en el período indicado fueron los de la televisión los más golpeados, con 166 asesinatos, seguidos por los medios escritos, con 142 y la radio, con 118.
Lo más grave de todo esto es que, advierte la Unesco, 9 de cada 10 crímenes de periodistas quedan impunes. Los peores resultados están en los países árabes: de 320 asesinatos, solo el 2% ha sido resuelto. En América Latina, de 204 casos, el 15% de las investigaciones fueron concluidas.
Los análisis de Reporteros sin Fronteras muestran otras formas de violaciones a la libertad de expresión. En 2017 esta fuente da cuenta de la muerte violenta de 65 periodistas. Adicionalmente, otros 326 se encontraban encarcelados y 54 habían sido secuestrados.
En diversas partes del mundo, este oficio sigue siendo coartado por la censura directa o velada, las barreras gubernamentales, las artimañas jurídicas y la discriminación de los medios que no son afectos a los gobiernos de turno