CARRETERA
GRANADA - SAN CARLOS
La pavimentación de la vía, de 40 kilómetros, ha sido un juramento en vano por varias décadas para los habitantes de estos dos municipios golpeados por el conflicto. Pese a la intervención, que se ejecuta desde 2016 y a la construcción de dos puentes, aún queda pendiente el 46 % de la carretera por asfaltar.
Concluir la carretera entre Granada y San Carlos ha sido una promesa electoral por 40 años. Según los líderes cívicos de ambos municipios, los políticos, en cada campaña para las elecciones regionales y nacionales, los ilusionaron con arreglar la vía, otrora corredor estratégico de los diferentes grupos armados que azotaron la zona desde los años 80.
Pastora Mira, líder de víctimas de San Carlos, dice que la pavimentación “siempre fue un sueño frustrado, más aún, cuando entró el conflicto armado en toda su magnitud”. Incluso Jaime Montoya
García, representante de la mesa de víctimas de Granada, recuerda que hasta el expresidente Mariano Ospina Pérez, (falleció en 1976), estuvo en su municipio y desde esa época se habló de asfaltar la vía.
Hoy, la carretera tiene pavimentados 21,7 de 40 kilómetros, incluido un tramo de siete kilómetros comprendido dentro del proyecto Vías de la Equidad. Esta última intervención, aún en ejecución, incluyó la construcción de los puentes sobre el río Calderas y en la vereda La Hondita, además del nuevo puente de San Carlos, explica Juan Manuel
Espinal, director regional de Invías. Este último colapsó en junio de 2017 y 24 veredas permanecen sin paso vehicular hacia la cabecera municipal.
La cruenta guerra
Según el informe de memoria histórica de San Carlos, entre 1985 y 2010, cerca de 20.000 personas —de las 25.840 que habitaban el municipio— abandonaron sus viviendas por la confrontación armada. En Granada el panorama fue igual de complejo. El Registro Único de Víctimas reportó 33.719 denuncias por desplazamiento forzado (2016).
Marta Inés Villa Martínez, directora de la Corporación Región, explica que ambos municipios están situados en zonas estratégicas. La construcción en los años ochenta de embalses y de centrales eléctricas, debido a la enorme riqueza hídrica de la zona, transformó las dinámicas de granadinos y sancarlitanos. Además, el sector permite rápi-
das conexiones con la Autopista Medellín-Bogotá y el Magdalena Medio. Por ello, desde los años 80 seis grupos armados se disputaron el control territorial. Primero llegaron las Farc y el Eln, y a finales de los 90 empezó la ofensiva paramilitar con las autodefensas del Magdalena Medio, las de Córdoba y Urabá, el Bloque Metro y el Bloque Héroes de Granada.
Sin recursos claros
Los 18,3 kilómetros que faltan por pavimentar no tienen ruta clara. Si bien el presidente
Juan Manuel Santos se comprometió a gestionar los recursos para la terminación de la vía en febrero pasado, el proyecto, por $30.500 millones, aún no comienza su fase precontractual, porque no tiene recursos asignados.
Ómar Gómez, alcalde de Granada, dice que aún con los dineros asegurados, estos no alcanzarán para asfaltar el tramo faltante, por lo que tendrán que continuar la gestión ante el próximo presidente.
La promesa de culminar la vía, que estuvo sembrada de muerte, seguirá incumplida