EDITORIAL
El 2017 fue un año de contrastes para las empresas como consecuencia de la debilidad de la economía. La situación mejoró en el segundo semestre tras un arranque de año muy difícil.
“El 2017 fue un año de contrastes para las empresas como consecuencia de la debilidad de la economía. La situación mejoró en el segundo semestre tras un arranque de año muy difícil”.
El pasado 2017 fue un año de luces y sombras como consecuencia de la debilidad de la economía. La situación mejoró después de un arranque de año muy difícil por el impacto de la reforma tributaria sobre el gasto de los hogares. El segundo semestre fue de mayor dinamismo para la economía y el comercio globales, con lo cual mejoró el precio del petróleo y de otras materias primas. Así mismo, la inflación cedió y trajo consigo una recuperación del poder de compra de los hogares y de su confianza. La reducción de la tasa de interés del Banco de la República impulsó el gasto agregado.
A su vez, la recuperación del precio del petróleo apuntaló la recuperación de las finanzas de Ecopetrol. Desde el punto de vista financiero la gestión fue exitosa, con una utilidad neta que ascendió a $ 6,6 billones, la más alta de los últimos cuatro años y un 16 % mayor que la utilidad de 2014, incluso con un precio de crudo de referencia Brent 45 % menor.
Para algunas de las principales empresas antioqueñas el balance fue variado. Bancolombia, como otras entidades del sector bancario, debió hacer provisiones por el aumento del riesgo de crédito, esto llevó a una disminución de 8,7 % en su utilidad neta en el año 2017. El grupo Sura tuvo una buena dinámica de los ingresos consolidados. Sin embargo, la utilidad neta tuvo una reducción de 13 % frente a 2016, explicada por la alta base de comparación que representa ese último año, el impacto de la devaluación y el aumento de otro tipo de gas- tos (impuestos, intereses).
El desempeño del grupo Éxito fue afectado por el desaliento del consumo de los hogares y el aumento de la competencia de los llamados formatos de descuento. Sin embargo, la pérdida relativa en la participación en el mercado local pudo compensarse con los buenos resultados afuera. Esto permitió obtener en 2017 un crecimiento de 400 % en la utilidad neta en relación con 2016. Nutresa, por su parte, supo combinar sus buenos resultados internos e internacionales, con lo cual pudo obtener en 2017 una utilidad neta consolidada de $ 420.207 millones, un 6,2 % superior a la registrada en el año 2016.
La debilidad de la economía y los escándalos de co- rrupción ralentizaron los grandes proyectos de infraestructura, el licenciamiento de construcción de vivienda y el consumo de energía. Ese contexto afectó a las empresas vinculadas con esas actividades. El grupo Argos tuvo una estrategia de mejorar la eficiencia y de diversificación geográfica, de monedas y de sectores. Esto permitió que el grupo tuviera resultados positivos, con una utilidad consolidada neta que, sin las provisiones contables de impuestos diferidos, crece un 20 %. Otras grandes empresas del sector se vieron más afectadas por la debilidad de la economía: Cóndor y Conconcreto registraron caídas en su utilidad neta (0,54 % y 15 %, respectivamente).
Por último, el ejercicio de ISA en 2017 se destaca por el ingreso futuro que va a poder obtener a partir de los logros obtenidos en diferentes procesos licitatorios, el aumento de su infraestructura de transmisión y su ingreso a negocios de comunicación inalámbrica. En contraste, la utilidad neta de ISA en 2017 disminuyó 32,7 %, como consecuencia de dos eventos extraordinarios acaecidos en Brasil que afectaron los resultados financieros de la empresa