RUTA ORIENTE
A fines del 2017, 60 líderes de Oriente -campesinos, empresarios, cívicos y académicosformularon los objetivos mayores y que deberían promover colectivamente como Visión de Sostenibilidad de su región, la reducción de las desigualdades, la paz, la justicia y el mejoramiento de instituciones al servicio de todos. En la educación de calidad y el empleo digno ven las grandes palancas para lograrlo; y en el agua potable para todos y el respeto generalizado al entorno ambiental, las condiciones mínimas para que los habitantes se sientan incluidos y trabajen por una mejor región.
El proceso se apoyó en quince informes de planeación del territorio y en indicadores económicos, sociales y ambientales, todos en clave de los Objetivos de Desarrollo Sostenible - ODS- identificando las brechas de la región frente a los mismos, para plantear metas transformadoras.
Una fortaleza de la región son las capacidades del ecosistema de actores. Hay niveles de cooperación y trabajo conjunto de muchas entidades pero, dados los retos y propósitos, es necesario un amplio y permanente diálogo con líderes de base comunitaria para generar dinámicas estratégicas exitosas en los municipios, tanto más cuanto existen al menos dos orientes. Las diferencias del Valle de San Nicolás, los embalses y las zonas de bosques y páramos, no son las mismas del Oriente que conocemos como “el lejano”, donde las brechas en todos los indicadores son amplias.
Existen fortalezas en capacidades ambientales, frente al crecimiento verde y al cambio climático, entre otros. Se destacan, igualmente, la convivencia de apuestas agroindustriales y de turismo con el potencial ecosistémico y de biodiversidad regional. Y si bien hay diferentes niveles de impacto y gestión, se identificaron más de 40 proyectos que son considerados buenas prácticas. BanCo2, Estufas eficientes, Delimitación de áreas protegidas, aplicación de los Planes de Manejo de las Cuencas, negocios verdes y huertas agroforestales son, entre otros, algunos de los mencionados por su impacto en la sostenibilidad y su capacidad de concertar acciones en la región.
Pasar de tener sueños a lograr metas tangibles, requiere una ruta de acción enfocada en la construcción de escenarios de articulación de proyectos que, reconociendo las particularidades de cada uno de los 23 municipios del Oriente, avance en los elementos comunes de la agenda y en objetivos concretos de desarrollo sostenible. Apostarle a dinamizar las capacidades institucionales presentes, con un horizonte de empoderamiento de las comunidades hacia su región y sus proyectos sostenibles, parece ser el camino más adecuado.
En Oriente se priorizaron los ODS que tienen que ver con el sentir más fuerte de la subregión, ese que habla de la necesidad de la paz, la protección del medio ambiente (especialmente de los recursos hídricos) y de tener un territorio donde el desarrollo pujante sea más equitativo y contribuya al fin de la pobreza. Objetivos que requerirán un ejercicio de convergencia regional que puede lograrse si se asumen los ODS como parte del propósito institucional y en el que, sin duda, deberemos estar prestos a sumar desde todas las instituciones, en la perspectiva de una Antioquia Sostenible. Por su trascendencia, en www.proantioquia.org.co hemos decidido acoger toda la experiencia del ejercicio de Oriente Sostenible 2030
* Presidente Proantioquia
En la educación de calidad y el empleo digno, ven los líderes del Oriente las grandes palancas para la reducción de las desigualdades.