División de los conservadores ratifica crisis de los partidos
La dirigencia y la militancia del Partido quedaron en libertad. Se repartieron entre Duque y Vargas.
Tal como ocurrió en las últimas dos elecciones presidenciales, el Partido Conservador irá dividido en la primera vuelta presidencial; con la diferencia de que esta vez se podrían unificar en un posible balotaje.
Si bien la semana pasada 32 congresistas votaron por la candidatura de Germán Vargas y 23 lo hicieron por la de Iván Duque, ayer, después de dos cenas con ambos candidatos, se barajaron los apoyos y 5 de los que estaban con el exvicepresidente se deslizaron hacia la campaña del Centro D.
El senador Hernán Andrade, presidente de la colectividad, explicó que exploraron todas las posibilidades de acuerdo y unidad en torno a una sola candidatura, pero que ayer, dentro del Directorio Nacional, no hubo mayoría en ningún sentido.
Agregó que esa instancia no tenía la facultad estatutaria para suscribir ningún acuerdo con ninguna campaña, por lo que levantaron la sesión y quedó claro que la dirigencia del partido y la militancia quedaban en libertad de escoger cualquiera de las dos campañas afines o, incluso, cualquier otra opción presidencial.
En senador Juan Manuel Corzo afirmó que ha estado con Marta Lucía Ramírez desde que fue candidata hace cuatro años, y que su actual fórmula con Duque es la que más se acerca al pensamiento y filosofía conservadora.
Por su parte, el senador electo David Barguil, a quien lo cuentan en las toldas de Vargas, le dijo a este diario que él no ha hecho ningún pronunciamiento y que está esperando la decisión del Directorio Nacional Conservador: “cuando tenga una decisión, haré un pronunciamiento público”.
¿Y los “azules” paisas?
Los tres representantes a la Cámara por Antioquia, Horacio Gallón, Nicolás A. Echeverri y Germán Blanco adhirieron a Duque, junto al reelecto sena- dor Juan Diego Gómez; mientras que la senadora Olga Suárez y el electo senador Carlos Andrés Trujillo, junto con su llave, la senadora y representante electa Nidia Marcela Osorio, optaron por Vargas.
Según Blanco, su decisión fue por convicción, y porque el país requiere políticas de Estado más claras en materia de paz, agroindustriales, salud, educación, justicia y empleo.
“Consulté mis bases propias electorales: diputados, concejales, directoristas y se decidió en consenso apoyar a Duque. Además de sus competencias, es muy importante la presencia de Martha Lucía Ramírez como vicepresidenta, porque representa gran parte del ideario conservador”.
Por su parte Trujillo afirmó que el Equipo de Antioquia apoya a Vargas porque al país no le conviene la polarización. “Tenemos que pensar en el futuro, en el desarrollo económico, en fomentar la inversión social y la seguridad ciudadana. La guerra tiene que quedar en el pasado y la de-
mocracia debe fortalecerse sin concentraciones de poder”.
Agregó que encuentran en Vargas un vocero en la defensa de valores comunes como la protección de la familia y el orden y un hombre cuya experiencia es garantía para derrotar la izquierda.
¿Quién se beneficia más?
Si bien gran parte de los conservadores que ahora están con Duque estuvieron con Ramírez en la primera vuelta, la diferencia es que ahora esta fuerza y algunos que hace cuatro años estuvieron con Juan Manuel Santos, le suman a Duque en la primera, una fuerza que no tuvo Óscar Iván Zuluaga cuando le ganó a Santos en el primer round.
Según Jaime Carrión, docente del área de Partidos Políticos de la U. Nacional, sede Medellín, el más beneficiado es Duque, porque logra erosionar los partidos políticos de la antigua Unidad Nacional.
Agregó que significa que tiene posibilidades de crecer y en un voto de maquinaria.
Al respecto, Néstor Julián Restrepo, doctor en Ciencia Política de la U. Complutense y docente de la U. de Medellín, con esta división gana Duque, porque logra fraccionar la coalición de Gobierno, que Vargas quería heredarle a Santos y estaba construyendo hace rato.
“No hay ideología”
Con excepción de los partidos Cambio Radical y Centro Democrático, en todos los demás quedaron al descubierto fisuras, vacíos ideológicos y luchas por el poder.
Para Nicolás Liendo, vicedecano de la Escuela de Política de la U. Sergio Arboleda, la disciplina partidaria no es solo parlamentaria, sino también en el comportamiento electoral. Añadió que, en principio, los dos partidos tradicionales –el conservador y el liberal– son los que menos disciplina han demostrado en esta elección presidencial.
“El faccionalismo en el P. Conservador se ha denotado en la incapacidad de tomar una decisión institucional. En el liberalismo hay fisuras por el bajísimo nivel de apoyo a su candidato, Humberto De La Calle. En Polo hay problemas, pues casi ningún congresista apoya a Sergio Fajardo”.
Según Restrepo, en Cambio Radical y en el Centro Democrático hay disciplina porque tienen cabezas visibles, Álvaro Uribe y Germán Vargas, que unifican los cuadros, pero que durará hasta que esté el líder.
Antes de la primera vuelta se podrían atomizar, al calor de las encuestas, el Partido Liberal, la Alianza Verde, el Polo y hasta Cambio Radical
“Tenemos que pensar en el futuro, en el desarrollo económico, en fomentar la inversión social y la seguridad”. CARLOS ANDRÉS TRUJILLO Senador electo del P. Conservador “En el Centro Democrático y Cambio Radical hay una supuesta disciplina porque tienen líder visible”. NÉSTOR JULIÁN RESTREPO Phd en Ciencia Política U. Complutense