NO ES COLOMBIA, SOMOS LOS COLOMBIANOS
Desde el artículo I en la Constitución Política de Colombia, se habla de una solidaridad y un interés general que para quienes hacemos parte de este país, está claro, no se cumplen. Este es un país donde los colombianos sobre estos valores fundamentales imponen sus intereses propios, es este un gran problema, ya que es aquí entonces de donde parte la corrupción.
Hoy en día y desde hace mucho tiempo, la corrupción viene siendo una “tradición” arraigada en nuestra cultura, sin importar cuánto afecte la moralidad de nuestro país, ya no se tiene un desarrollo efectivo de las etapas de la moral, las personas crecen con un pensamiento individualista fundamentado en el egoísmo del bien propio, dejando a un lado el desarrollo de la etapa moral de los principios éticos universales, por lo que entonces a pocos les importa el país, aquí solo se piensa en el yo, en lo mío y en lo que me conviene.
Somos conscientes de la situación que atraviesa nuestro país, pero no del daño que le estamos haciendo, no vemos aquellas acciones corrompidas que tenemos solo por librarnos de nuestras responsabilidades, no nos importan las consecuencias que otros paguen por nuestros daños, solo nos preocupamos cuando nosotros pagamos por ello. Somos un país con casi 50 millones de habitantes, y aunque la mayoría exprese preocupación y considere que nuestro mayor problema es la corrupción, nadie hace mucho.
Hay que pensar en una solución para esta problemática, ver la manera en que la educación moral permite un desarrollo completo de sus etapas y aporta valores fundamentales para evitar el individualismo. Quienes alcanzan un desarrollo moral completo reconocen también los derechos del otro, es ahí cuando se hace importante el bien común.
Debemos reconocer cómo nuestras acciones corrompen la sociedad y que somos nosotros los responsables de trabajar por una solución para esta. Es hora de decir basta a las críticas, al problema; de darle cara a nuestro país, la solución a la corrupción está en trabajar desde el corazón de nuestro país, desde quienes lo conforman, dar nuestro paso al cambio nos lleva a lograrlo, necesitamos poner sobre nuestra individualidad la ética y la moral, porque salvar a Colombia está en los colombianos
Es hora de decir basta a las críticas, al problema, de darle cara a nuestro país.