Harvey Weinstein: esta película apenas empezó

Este viernes fue inculpado en el tribunal de NY por dos casos. Firmó una libertad bajo fianza y pagó un millón de dólares.

Era a quien aplaudían. Era el productor que hacía películas que ganaban premios de la Academia. Era el poderoso. Era Harvey Weinstein, al que muchos querían.

Eso hasta cuando en octubre pasado lo denunciaron por algún tipo de acoso o abuso sexual y se desató el movimiento #Metoo, en el que un centenar de mujeres del cine lo señalaron, y otras, en el mundo, contaron sus casos.

El viernes, todo fue distinto: ningún Weinstein con frac subía a recibir un Óscar, sino un Weistein sin corbata, con un buzo azul, fue inculpado en el tribunal de Nueva York por una violación en 2013 y una agresión sexual en 2004.

Él se entregó, después de ocho meses de no haber aparecido públicamente. De la comisaría de la Policía de Manhattan salió esposado, con las manos en la espalda.

Lo escoltaban hasta la corte distrital, donde compareció brevemente y un juez confirmó su liberación bajo fianza, negociada desde antes con su abogado, Ben Brafman: un depósito de un millón de dólares en efectivo, usar un brazalete

electrónico de manera permanente y entregar su pasaporte a las autoridades. Solo podrá habitar los estados de Nueva York y Connecticut. No más.

No cabe la pespectiva

El productor no dijo nada, como no ha dicho otras veces tampoco. Hasta ahora ha negado haber mantenido relaciones sexuales no consentidas. De hecho, dijo su abogado, se va a declarar no culpable: “Tenemos la intención de actuar muy rápidamente para que sean desestimados estos cargos. Creemos que no están respaldados con evidencia”.

Brafman tiene experiencia en estos litigios. Es un prominente miembro de la asociación de abogados de Nueva York. Entre sus defendidos

han estado el príncipe del pop Michael Jackson y Dominique Strauss-Kahn, exdirector del FMI, quienes fueron acusados de agresiones sexuales y no fueron condenados penalmente. Saldaron sus procedimientos civiles con acuerdos financieros.

Son los primeros cargos penales contra Weinstein. Uno es del 18 de marzo de 2013. Parece ser un incidente del que no se ha hablado públicamente y la identidad de la víctima se mantiene en silencio. Otro es de 2004. Sería el de Lucia Evans, quien ha denunciado que la forzó a una felación. De todas maneras, no se confirmó. Es información del fiscal del distrito, Cyrus Vance.

Las reacciones llegaron, por supuesto. Es una primera batalla que gana #Metoo. “Es catártico para muchas víctimas”, dijo Tarana Burke, fundadora del movimiento.

“Debo admitir que no esperaba verlo esposado un día. Pensaba que no llegaría”, señaló la actriz Rose McGowan, quien ha dicho que el entonces ícono de la industria cinematográfica la agredió sexualmente.

Esta película no ha terminado. La próxima escena es para el 30 de julio, cuando haya una nueva audiencia

liana