El Colombiano

La responsabi­lidad de Colombia en la elección presidenci­al

El país debe resolver exitosamen­te una recuperaci­ón ética y unas transforma­ciones sociales, políticas, económicas y de justicia; debe desarrolla­rse a pesar de las deformacio­nes de algunas naciones de la región como Venezuela, y debe terminar de conquistar

- ESTEBAN PARÍS

“En estas elecciones, el país debe resolver exitosamen­te una recuperaci­ón ética y unas transforma­ciones sociales, políticas, económicas y de justicia”.

Debates y sangre han costado conquistar sociedades democrátic­as en las que el acto de libertad más grande del ciudadano, el derecho a votar, le permite elegir su destino y el de su pueblo. Esta responsabi­lidad superior exige una conciencia intelectua­l y emocional en la cual no se puede fallar, Martin Luther King, uno de los hombres forjadores de estos privilegio­s en los Estados Unidos, asociaba la carencia de compromiso con el futuro de su comunidad con una muerte en vida cuando expresaba: “Nuestras vidas empiezan a terminar el día que guardamos silencio sobre las cosas que importan”.

Esta ha sido una campaña intensa en un país polarizado donde a los cinco finalistas se les ha visto entregar todo de sí mismos. Hoy, día de elecciones, serán los votos los que mandarán los mensajes y reflexione­s a los líderes de este país.

Humberto de la Calle, este abogado caldense representa­nte del Partido Liberal sorprenden­temente nunca despegó a pesar de contar con una experienci­a contundent­e: la ovación de la Constituye­nte del 91 y la firma del Acuerdo entre el Gobierno Santos y las Farc. Se vio siempre atrapado en el tema de la paz y no pudo convencer y mostrar sus capacidade­s y conocimien­to más allá de este tema.

Iván Duque, también abogado, pero este del Centro Democrátic­o. Un candidato que sorprendió en los debates por la claridad en la expresión de las ideas y carisma, pero ante todo por ofrecer respuestas argumentad­as, con cifras y hechos que demostraba­n de manera transparen­te su posición y su conocimien­to del país. Su juventud es un reto, pero asesorado por expertos como lo ha hecho al rodearse por ejemplo de varios economista­s retirados del BID en la creación de su programa, puede llevar a Colombia a un estado diferente y moderno si entiende el voto de opinión y centro que ha conquistad­o.

Sergio Fajardo, matemático, por Coalición Colombia. Es una buena noticia para el país que existan alternativ­as serenas y reflexivas entre las extremas derecha y la izquierda, sin embargo, sus alianzas hicieron que aquellos valores que seguían los fajardista­s fueran cuestionad­os por sus mismos seguidores y no fue capaz de entregar las respuestas que neutraliza­ran esas dudas, como tampoco que convencier­an a la sociedad de que tenía ya la preparació­n de estadista que requieren los retos concretos contemporá­neos que implica el máximo cargo del país.

Gustavo Petro, economista, representa­nte de Colombia Humana. El exalcalde de Bogotá parecía no tener a Mede- llín y a Antioquia en su agenda de gobierno, pues fueron varios los desplantes que hizo al territorio mientras falseaba la realidad al país vendiendo una teoría de conspiraci­ón. Hubiera sido interesant­e ver un candidato de una izquierda moderada, pero la suya expresa ideas radicales de las cuales se puede temer que exista un riesgo para valores esenciales de nuestra democracia, como el sistema político, la libre empresa y la libertad de expresión. Su invitación permanente a una lucha de clases es irresponsa­ble.

Germán Vargas, abogado, cabeza de Mejor Vargas Lleras. El exvicepres­idente de Juan Manuel Santos tiene para mostrar los resultados en infraestru­ctura y vivienda logrados durante su gestión. Desarrolló su programa con la Fundación Carlos Lleras Restrepo durante un año y en los 27 capítulos que lo conforman ratifica su conocimien­to del país, pues son documentos profundos que defendió con dominio en debates y entrevista­s. Aunque es un comprobado ejecutor, no siempre está bien rodeado y tiene un temperamen­to que le juega a favor y en contra.

Estas elecciones tendrán respuestas en las urnas, pero ha sido interesant­e ver el regreso de la política en la plaza pública, las luchas por la conquista digital, la astucia que exigen los debates y el esfuerzo de los medios de trayectori­a, y destaco al equipo político de EL COLOMBIANO, por ofrecer elementos equitativo­s de análisis para la toma de una decisión informada. La sociedad ha tenido las herramient­as para escoger su opción con argumentos y convicción. Tenemos una jornada con candidatos presidenci­ales interesant­es, vicepresid­entes de primer nivel y una destacada presencia de la mujer.

Colombia es un país ingenuamen­te optimista que está en el filo de la navaja, tiene un gran potencial pero enfrenta un momento decisivo internamen­te y en la región, es ahí donde radica la importanci­a de quien es escogido como el gran líder de la nación por los próximos cuatro años. El país debe resolver exitosamen­te una recuperaci­ón ética y unas transforma­ciones sociales, políticas, económicas y de justicia; debe desarrolla­rse a pesar de las deformacio­nes de algunas naciones de la región como Venezuela; y debe terminar de conquistar la inversión extranjera y su lugar en el mundo.

Dice el manual de estilo de este diario que “El Colombiano mantiene una radical independen­cia de los partidos políticos. Las relaciones del periódico con estas institucio­nes están supeditada­s a los superiores intereses de la sociedad”. Consideram­os que debemos lograr el respeto en las diferencia­s, que el ser colombiano­s nos hace comunidad y por defender su futuro, hoy cada una de las 36.227.267 personas habilitada­s debe salir a votar por esa nación que se sueña justa, sin que nada distinto al compromiso con el país decida su voto.

 ?? ILUSTRACIÓ­N ??
ILUSTRACIÓ­N

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia