Los ALIADOS paisas de la fuerza
Para algunos seguidores, el universo de Star Wars no es solo un hobby, sino parte de la vida. Así vieron el estreno de Han Solo.
En el estreno de Han Solo, película derivada de las historias Star Wars, algunos de los personajes de la saga estuvieron sentados entre el público. Mientras comían crispetas había dos Han Solo, un Darth Vader, un Darth Maul mujer, un Boba Fett y un guardia de las Tropas de Asalto. El orden galáctico se mantuvo desde la sala.
Esa noche se reunieron casi 250 seguidores y cosplay (ver recuadro) de Medellín, convocados por la comunidad Aliados de la Fuerza Colombia.
No se sabe si los une esa cosa oscura que equilibra el universo llamada La Fuerza. Sí están seguros, en cambio, de que se conocieron hace cinco años en Comic Con, una feria que reúne a geeks alrededor de muchos pasatiempos. Hacen cosplay, charlas, foros, discuten sobre la saga y comparten sus colecciones en “la hermandad”, como le llaman.
“La gran mayoría de nosotros somos coleccionistas. Eso ayuda a mantener viva la pasión silenciosa que teníamos de niños”, comenta César Vega, uno de los Aliados. Se refiere a que su generación, los nacidos a finales de los 60, no creció con las redes sociales ni con festivales de fieles que congregaran en un mismo lugar a comunidades. Era una pasión silenciosa.
Así creció con el paso de los años. Recuerda que fue al estreno de La guerra de las
galaxias en el Teatro Lido en 1977. En 1980 fue a El Cid a ver El imperio contraataca; en el 83, ya enganchado con la saga, hizo fila para la función vespertina del estreno de El
retorno del Jedi, a las 3:00 de la tarde en el Teatro Avenida. Así asistió a cada uno de los lanzamientos que le siguieron.
La misma pasión llevó a otro miembro de la comunidad, César Ramírez, a unirse a La Fuerza. En su caso, no siente que su amor haya empezado en algún punto, siempre hizo parte de él.
Ramírez es comunicador y profesor de cine. Star Wars, dice, es mucho más que una película de entretenimiento y tiene un trasfondo social y cultural que le gusta utilizar en sus clases.
“Por encima, parece una historia de aventuras, pero políticamente enseña los juegos intrínsecos del poder y la guerra”, comenta Ramírez.
Hay algo más allá de la historia creada por George Lucas que hace que esta comunidad se mantenga unida. “Es el universo imaginado que guardamos de nuestra experiencia infantil. En el adulto hay un niño escondido que jamás verá la luz. Nosotros le damos rienda suelta”, concluye César Vega ■