La buena vida del viajero en una ciudad de altura
Denver, el Wall Street del Oeste, es una ciudad moderna rodeada de rocas que tiene mucho para ofrecer.
La llaman Mile-High City debido a su altitud de una milla exacta (1.609 metros) sobre el nivel del mar, lo que hace que cualquier colombiano se sienta como en casa. Y si a eso le suma que tiene una media de 300 días de sol al año, Denver es un lugar perfecto para hacer turismo.
La ciudad está recostada en un valle inmenso, con nubes que parecen descansar encima de sus edificios en días fríos y con cielos totalmente despejados cuando llega el verano. No es raro encontrar cafeterías con café colombiano y paisanos trabajando en hoteles y bares, además de las mejores destilerías de vino, whisky y cerveza del país.
Hay tanta cerveza en Denver, que hay tours para conocerlas todas. En el viaje se incluye la fábrica de cerveza más grande del mundo Coors
Brewery, así como microcervecerías especiales como Wynkoop y Great Divide, donde puede probar la cerveza achocolatada Mexican Chocolate Yedi. Una bebida con especias, vainilla y café, que sabe al champurrado, típico de la cocina maya y azteca.
En Denver, son tantas las destilerías por metro cuadrado, que se topa con ellas hasta en universidades. En la Universidad Estatal de Denver está anclada la cervecería Tivoli, un lugar para que los estudiantes puedan aprender las mejores técnicas de destilación pero también tomarse una deliciosa cerveza.
Denver no es solo alcohol, es uno de los lugares más turísticos de Estados Unidos y por eso albergó la versión 50 de la feria IPW2018, la más importante del mundo del turismo. En ella miles de empresarios, periodistas y compradores se congregaron cinco días para volver a Estados Unidos el destino número uno del mundo y a Denver como una de las mejores opciones.
Hoy día la capital de Colorado no es muy visitada por colombianos, que prefieren en sus viajes Florida o Nueva York, pero Denver tiene todo para ofrecer. La ciudad queda en el centro-oeste de Estados Unidos, relativamente cerca de ciudades como Las Vegas, Los Ángeles y San Francisco, y se puede llegar en vuelo de ocho horas desde Medellín con escala en Miami.
La ciudad, además de ser una metrópolis con tintes del Viejo Oeste, tiene un plus y son sus montañas rocosas y nevadas para divertirse escalando o esquiando. Tiene también más de 30 termales para relajarse y una arquitectura icónica del siglo XIX en la Plaza Larimer, la cuadra más antigua de la ciudad que suena todo el día a rock y jazz y que está interconectada por una larga calle peatonal.