MOTOCICLISTAS Y LA LEY DE LA SELVA
Es una queja generalizada entre los habitantes de esta región del Valle de Aburrá la indisciplina y falta de cuidado de los motociclistas, y no es una queja solamente de los demás conductores sino de los peatones. En las reuniones sociales y de familia siempre salta la historia de los espejos rotos por motos que salen muertos de risa sin responder por los daños, de los golpes a los carros o de los que se meten por las aceras sin importar si arrollan a viejos o niños. Los repartidores de domicilios haciendo competencia dizque por llevar las comidas rápido, pero parece que lo que hacen es un concurso a ver cuál viola mayor número de normas del código de circulación.
Hace poco empezó a funcionar una empresa de domicilios en la ciudad, y hay que ver a sus conductores metiéndose como locos entre las fi- las, sin respetar a nada ni a nadie, pues saben muy bien que ninguna autoridad los obligará a cumplir con las reglas. No sé si las cámaras de fotodetección los ponchan cometiendo las infracciones y no creo que les importe, verles las placas es muy difícil y además ellos quieren ser los más “rappi” al precio que sea, creyendo que están en una pista de carreras.
Creo que nada refleja de forma más cruda la indisciplina social que caracteriza a los colombianos que la forma en que sus millones de motociclistas circulan por las calles rigiéndose por una sola ley, la de la selva