CHINA Y LA POBREZA EXTREMA
Uno de los grandes éxitos del gobierno de China ha sido lograr, durante los últimos 35 años, sacar de la pobreza a 800 millones de ciudadanos, cifra bien conocida y analizada, y desde cualquier punto de vista una asombrosa hazaña.
Sin embargo, aproximadamente 40 millones de chinos, (un poco menos de la población de Colombia, hoy cerca a los 50 millones), aún viven en la pobreza extrema, o sea, ganan menos de 324 dólares al año.
Xi Jingping ha presentado ante la Asamblea General de Naciones Unidas su proyecto de erradicar la miseria para 2020. O sea, elevar el nivel de vida de esos 40 millones de chinos, hoy rezagados.
Y lo que Xi se propone lo logra, teniendo en cuenta su capacidad de ejecución y el poder político que maneja. Recordemos que, en marzo, el Comité Central del Partido Comunista de China votó favorablemente la reforma a la Constitución para permitir a Xi Jingping presentarse indefinidamente a la reelección. No en vano hoy el mundo lo reconoce como “el nuevo emperador chino”.
Teniendo en cuenta que la población más pobre de China está en el campo, su plan se centra en el mejoramiento de la vida de los campesinos y la modernización de la agricultura.
Para lograrlo Xi dará un impulso definitivo a la reforma rural, en la cual se han invertido tiempo y abundante dinero de tiempo atrás. Ya en el 2015, China había invertido 3.200 millones de dólares en la modernización de su agricultura sin lograr la deseada erradicación de la miseria en el campo.
Hoy la responsabilidad recaerá mayormente un renovado y ampliado Ministerio de Agricultura, al cual se unirán el Ministerio de Aguas y el de Energía. El primer propósito del plan de Xi es dotar de agua y energía a todo el territorio, aun los lugares más remotos.
Se impulsarán las cooperativas para lograr un mayor rendimiento en la explotación de las tierras. Promocionando la unificación de pequeñas y medianas parcelas para integrar costos de preparación, fertilización, irrigación, recolección y distribución de productos.
Naturalmente, parte importante del plan es la modernización de la red de comunicaciones de las regiones más alejadas. Todo pueblo deberá estar conectado a la red nacional de comunicaciones; de manera que los productos agrícolas lleguen fácilmente a los mercados y los campesinoss estén comunicados con el resto del país.
Sin embargo, el mayor esfuerzo se centrará en la mejora de la vida del agricultor. Su vivienda, su salud y, muy es- pecialmente, su educación deben estar al nivel de la de los ciudadanos de las grandes urbes para el año 2020.
Esto, con un acentuado énfasis en la modernización de la educación. Xi propone crear centros de tecnología agrícola en todas las regiones del país, como los que disponen los países más avanzados. En ellos, el campesino chino obtendrá los conocimientos para competir a nivel mundial.
Cuando oigo estos proyectos pienso en los campesinos colombianos. El nuevo gobierno debe convertir la modernización del campo en su proyecto estrella. Es indispensable para erradicar la miseria campesina, igual a como lo están haciendo en China. Más que dinero para hacerlo, se requiere voluntad férrea y un propósito nacional. La modernización de la agricultura es la llave para lograr equidad, progreso y paz