¿Qué tanto inciden en el voto las personalidades?
Cada día se conocen videos y trinos de cantantes, actores y músicos tomando partido para la segunda vuelta presidencial.
Cada vez que una personaje reconocido por lo que representa en algún campo social hace pública su intención de voto por determinado candidato, desde las campañas le sacan el mayor provecho publicitario.
Algunas de estas celebridades lo hacen de manera espontánea en sus redes, como la ex miss universo Paulina Vega, que le dio respaldo a Iván Duque y luego salió de Twitter por los ataques; o de Dany Hoyos (Suso el Paspi), quien dijo que en segunda votaría por Gustavo Petro, “aunque no concuerdo con varias de sus políticas y su estilo”.
Otros, en cambio, declaran su respaldo a través de un video más elaborado, bien sea con el candidato o de forma individual, argumentando el por qué de su decisión.
Y el tercer caso tiene que ver con lo que Gianpietro Mazzoleni, profesor de Comunicación Política de la U. de Milán (Italia) acuñó como “política pop”, que consiste en acercar la política a las masas con actos populares, de la mano del entretenimiento.
¿Aporta a la democracia?
Aunque en redes muchas personas expresan que los “famosos no se deberían meterse en política”, para John Fernando Restrepo, politólogo y decano de Humanidades de la U. de Medellín, la toma de postura de estos personajes los afecta, pero de manera positiva. “Es necesario que se interesen por estos temas. Es clave que tomen posición”, agregó.
Al respecto Alicia Peñaranda, docente del Centro de Análisis Político de la U. Eafit, afirmó que las celebridades son ciudadanos que también votan y son conscientes de su influencia en la opinión pública. No obstante, añadió que cuando esas voces se activan en el debate electoral, personifican la “política pop” o popularización de la política.
“Son legitimadores”
Si bien no es la primera vez en el país que los “famosos” o líderes de opinión toman partido y en la campaña del plebiscito muchos manifestaron su apoyo al ‘Sí’, esta vez esas adhesiones han servido de catalizadores en medio del debate.
Según Carlos Arias, docente de la U. Externado, la Comunicación Política siempre ha estado asociada a lo que Robert Cialdini, en principios de persuasión, reconoce como la prueba social y el
principio de autoridad, que se traduce en que los electores requieren que alguien legitime su decisión. “Pueden incidir de alguna manera, pero su influencia cada vez es menor. En Estados Unidos la mayoría de los artistas estaban con Hillary Clinton y ganó Trump”.
Para el consultor político Diego Corrales, establecer cuánto pesan en el votante es difícil porque la relación que tienen establecida con su pú-
blico va en función de su arte y no como expertos políticos, y aunque pueden movilizar a una que otra persona, no endosan sus fans a un candidato. Agregó que, en la mayoría de casos, quienes han dado el paso a lo político, partiendo que el reconocimiento es igual a votos, se han quemado.
En esta etapa final, donde tiene más peso la opinión que los actos masivos, estos apoyos llegan como bálsamo ■