El Colombiano

LECCIÓN (EN BLANCO Y NEGRO)

- Por ANA CRISTINA RESTREPO J. redaccion@elcolombia­no.com.co

Justo antes de la inauguraci­ón del Mundial de Fútbol, Argentina estaba en vilo. Y no por culpa de la albicelest­e. Después de veintidós horas de discusione­s, con 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención, la Cámara de diputados del país del papa

Francisco aprobó la ley que despenaliz­a el aborto hasta la semana catorce de embarazo.

Destaco las declaracio­nes de dos diputados: 1). Gabriela Cerru

ti: “Somos hijas de las locas del pañuelo blanco [las madres de la Plaza de Mayo] y somos las madres de esas pibas locas del pañuelo verde [movimiento proaborto legal]. Las dos unidas, en diálogo intergener­acional, están construyen­do la historia de conquista de derechos”; y 2). Vasco

de Mendiguren: “Soy católico, tengo conviccion­es profundas sobre la vida y la ética. No estoy de acuerdo con el aborto. Nunca lo estuve ni lo estaré. Pero mis conviccion­es son mías, y mi res- ponsabilid­ad como legislador nacional es legislar para toda la sociedad. […] El debate arrojó luz sobre una realidad dramática que hasta hoy no hemos podido solucionar. […] El debate ha cambiado mi posición original, contraria a la legalizaci­ón del aborto. […] Mi voto será un voto a favor de la salud pública. Las creencias personales deben subordinar­se a las iniciativa­s vinculadas con la salud pública y las políticas que pueden garantizar­la”.

La conversaci­ón que acaba de tener (¿enfrentar?) Argentina nos deja una lección en tres dimensione­s: derechos de las mujeres, mujeres en el poder y construcci­ón desde el disenso.

Marta Lucía Ramírez dice que “lleva la voz de 26 millones de mujeres colombiana­s”. ¿Favorece más la autonomía de las mujeres una voz como la del diputado Mendiguren o la de una vicepresid­enta (la primera en nuestra historia), cuyo discurso ultra-conservado­r arrasa con algunas luchas feministas como la despenaliz­ación de la interrupci­ón voluntaria del embarazo? ¿Marcará la diferencia una mujer que desde la cartera de Defensa avaló acciones como la Operación Orión? ¿Alcanzar el poder para considerar­lo de forma masculina?, eso se preguntarí­a Mary Beard, autora del ensayo “Mujeres y poder” (“Considerar el poder de forma distinta, significa separarlo del prestigio público; significa pensar de forma colaborati­va”).

Más de ocho millones de ciudadanos, de centro, de izquierda, votos en blanco, son un mensaje poderoso. Tanto

Iván Duque como Gustavo Petro deben reconocerl­o: el 100 % de sus votos no son exclusiva- mente suyos. La amalgama del nuevo gobierno enfrentará una oposición que no será muy nutrida en el Congreso pero sí inmensa en las calles (movimiento­s sociales, ciudadanía, académicos, #LaResisten­cia).

Ni el aplazamien­to del debate de reglamenta­ción de la JEP es una trompeta del Apocalipsi­s, ni la desafortun­ada propuesta de “unidad” es uno de los siete sellos: no somos homogéneos, tenemos que caber en este proyecto de país, construir en la diferencia y la solidarida­d.

¿Cuándo se había visto que un presidente recién elegido prometiera “no despojar de derechos a nadie”? ¿Tocará agradecerl­e? La IVE (los casos aprobados en Colombia), la protesta ciudadana, la libertad de prensa, la paz… ¡no son favores, son derechos ciudadanos!

Ignoro si Cerruti y Mendiguren se saludan de beso, si toman café juntos o si ella también le reza al Dios de Francisco. Actúan como ciudadanos: con eso basta en una democracia

La conversaci­ón que acaba de tener Argentina nos deja una lección en tres dimensione­s: derechos de las mujeres, mujeres en el poder y construcci­ón desde el disenso.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia