Refugiarse en un filme para contar la crisis
Es el Día Mundial del Refugiado y el artista Ai Weiwei sigue a personas que tuvieron que dejar su hogar.
Las cifras no son exactas porque es casi imposible llevar un censo controlado, pero se dice que, al menos, 65 millones de personas han sufrido algún tipo de desplazamiento desde la Segunda Guerra Mundial. De ellas, 300.000 eran niños que migraron solos, más de 7.500 individuos perdieron sus vidas en este éxodo, mientras que ya 70 países construyeron muros fronterizos.
Este 20 de junio es el Día Internacional del Refugiado y Acnur junto a Cine Colombia presentarán en tres únicas funciones del 21 al 23 de junio, en 12 ciudades del país, la película Marea Humana realizada por el reconocido artista y activista chino Ai Weiwei.
Se trata de una coproducción entre Estados Unidos y Alemania, en la que se logró traducir esta enorme migración forzada en una poderosa narración visual, con un viaje por 23 países que muestra no solo la increíble magnitud de la crisis de refugiados, sino también los efectos profundamente personales que le ha dejado a sus víctimas.
Filmada en el transcurso de un año, la película sigue una cadena de historias hu- manas urgentes que se extienden por el mundo en países como Afganistán, Bangladesh, Francia, Grecia, Alemania, Iraq, Israel, Italia, Kenia, México y Turquía.
La cámara va siguiendo a la gente y su búsqueda desesperada de seguridad, refugio y justicia, desde campamentos de refugiados a peligrosos cruces oceánicos y fronteras de alambre de púas; desde la dislocación y la desilusión hasta el coraje, la resistencia y la adaptación; desde el encanto inquietante de las vidas dejadas atrás hasta el potencial desconocido del futuro.
A la vez, en estas historias, en este recorrido de miles de personas que solo buscan sobrevivir, parecen estar las respuestas de cómo ahora se vive en una sociedad del miedo, donde resurgen los nacionalismos, se busca el aislamiento y se ignora el respeto por la humanidad.
Todo esto de la mano del director y artista nacido en Pekín en 1957, reconocido como activista, quien es hijo del poeta chino Ai Qing, denunciado durante el Movimiento Antiderechista y enviado junto a la familia a un campo de trabajos forzados cuando Ai Wewei tenía un año. Luego vivieron exiliados 16 años en Xinjiang.
Ai utiliza una amplia gama de medios como expresiones de nuevas formas para que su público examine la sociedad y sus valores, mostrando así desde arquitectura hasta instalaciones, redes sociales y documentales