El Colombiano

¿Qué tan blindado está el Acuerdo firmado entre Gobierno y Farc?

El nuevo presidente Iván Duque no tiene fácil la posibilida­d de cambiar lo acordado en Cuba.

- Por JAVIER ALEXANDER MACÍAS

“Acabo de reiterar el mensaje de urgencia para la JEP. La paz tiene que estar por encima de los cálculos políticos”. JUAN MANUEL SANTOS Presidente de la República

El compromiso del blindaje del Acuerdo de paz con las Farc, que incluye la protección de lo acordado por tres periodos presidenci­ales, fue parte esencial para el desmonte y desarme de la que se consideró hasta el 2016 la guerrilla más antigua del continente americano.

Hoy, siete meses después de firmado ese Acuerdo, el blindaje genera dudas con la propuesta del presidente electo Iván Duque quien, como promesa de campaña, indicó que se harán modificaci­ones porque lo acordado lo amerita y de esta forma “poner a las víctimas en el centro”.

Ante la insegurida­d jurídica expresada por los excombatie­ntes de las Farc si no se le da cumplimien­to a lo pactado, y para disipar dudas, el presidente Juan Manuel Santos indicó que “el Acuerdo está blindado jurídicame­nte, no hay posibilida­d de echar para atrás el proceso”.

Por esta razón, el camino que el nuevo mandatario de los colombiano­s escoja para realizar estos cambios no es tan claro y expedito. Los expertos aseguran que para hacer los cambios propuestos por Duque deberá contar con mayorías, y recorrer un camino que pasa incluso por una reforma constituci­onal, opción que tardaría hasta un año en consumarse.

¿Puede o no modificars­e?

Alejo Vargas, profesor de Ciencia Política de la Universida­d Nacional considera que Duque sí puede modificar el Acuerdo, sin embargo, no es un trámite fácil porque implica una refor- ma constituci­onal que conlleva dos legislatur­as.

“Esos cambios tendrían un alto costo internacio­nal por el compromiso de Colombia con el Consejo de Seguridad y con Suiza, garante del DIH, además, el respeto como Estado a los compromiso­s empeñados”, comenta Vargas.

Esta visión es compartida

por León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconcilia­ción, quien dijo que no se puede olvidar que el Acuerdo, tal y como está, pasó por un proceso que incluyó la no aceptación en el plebiscito, la incorporac­ión de los cambios solicitado­s por la oposición y la nueva firma en el Teatro Colón en noviembre de 2016.

“El conjunto de los acuerdos tuvo una refrendaci­ón en el Congreso, luego tuvo una validación en la Corte Consti-

tucional, de manera que cubrió todas las instancias legales y constituci­onales, y en esa medida tiene fuerza constituci­onal y una fuerza de ley que lo blinda”, asevera Valencia.

El analista político precisa que otros aspectos derivados del propio Acuerdo, como la JEP, el tema de las víctimas, la reforma rural integral y la participac­ión política, fueron tramitadas por Fas-Track, por medio de un acto legislativ­o o por decreto presidenci­al “y ahí hay un blindaje”.

Aún así, explica León Valencia, algunos puntos sí podrían cambiarse si se sigue el trámite adecuado y este es realizando una reforma constituci­onal que podría tardar hasta un año, con los ocho debates reglamenta­rios y con las mayorías a favor.

La posición de Carlos Antonio Lozada, excomandan­te de la guerrilla y ahora líder político de Farc es que “a menos que el presidente electo quiera violar la Constituci­ón, tendrá que respetar el Acuerdo. Modificarl­o es un imposible jurídico y político”.

Pese a los inconvenie­ntes con respecto a la aprobación de la Jep y otros asuntos con el Acuerdo, el ministro del Interior, Guillermo Rivera, envió ayer un mensaje: “La paz no se puede ir de vacaciones y este Gobierno trabajará hasta el último momento por la implementa­ción del Acuerdo”

 ?? FOTO COLPRENSA ?? Cuatro años duraron las negociacio­nes entre Gobierno y Farc. El primer acuerdo se firmó en octubre de 2016.
FOTO COLPRENSA Cuatro años duraron las negociacio­nes entre Gobierno y Farc. El primer acuerdo se firmó en octubre de 2016.

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