Lo individual se sincronizó con lo grupal
Los colombianos somos muy extremistas, siempre nos vamos hacia los polos, movidos por la pasión pero todo el tiempo guardé el optimismo de lo que pudiera hacer la Selección. Además, porque este grupo ya ha demostrado que cuando se juega con algo de tensión y presión, responde de buena manera, y ayer lo volvió a demostrar. Resultó favorable que el rendimiento individual de cada jugador fuera muy alto, ninguno desentonó y eso permitió que el colectivo se sincronizara para salir a flote ante un rival que se vio fácil, pero que no lo es. Colombia pasó de menos a más, creció en el compromiso, se acentuó en el campo, y el gol de Yerry Mina fue vital para darle confianza y tranquilidad al grupo que, en el segundo tiempo, arrolló a Polonia. Cada uno de los jugadores hizo un trabajo perfecto, comprometido con su función. Genera mucha alegría ver el crecimiento de futbolistas como Mateus Uribe que entró y no desentonó, aportó en la doble función y se mostró con el nivel en el que terminó en México. Al igual que Juan Fernando Quintero y James Rodríguez, todos de paso por Envigado y ahora grandes referentes mundiales. La conformación de la nómina fue clave y la inclusión de Yerry Mina en la defensa dio solidez atrás. Igual, su talla fue importante en el juego aéreo. Este resultado revitaliza al grupo.