Egipto-Arabia, solo por el honor de un triunfo
A los egipcios no les valió tener en su filas a una de las estrellas del mundo como Mohamed Salah. Duelo de eliminados.
Arabia Saudita y Egipto se enfrentan sin opciones de clasificación y con la continuidad futura de sus técnicos en el aire después de un Mundial decepcionante.
“Los faraones” desembarcaron en Rusia con la ilusión infinita de volver al mundo del fútbol tras 28 años de ausencia y con la esperanza puesta en una selección sólida, con jóvenes valores que comienzan a despuntar en Europa, y una de las estrellas mundiales en sus filas.
El delantero del Liverpool Mohamed Salah comanda un equipo en el que se mezclan jugadores emergentes, como Ramadan Sobhi (Stoke City) o Mohamad El Neny (Arsenal) con otros de amplia experiencia, como el cancerbero Essam el Hadary, el abuelo de la Copa Mundo.
Los números de Egipto - dos derrotas, cuatro goles en contra, uno a favor- y su despliegue en el campo han puesto en el disparadero a Héctor Cúper, el “hombre milagro” que devolvió a Egipto la miel mundialista perdida en 1990.
En este ambiente, y con el objetivo de apuntarse el honor de lograr la primera victoria árabe en este torneo, la principal novedad podría ser el debut mundialista de El Hedary, quien batiría el récord de longevidad. De saltar a la cancha, el cancerbero egipcio superaría, con 45 años, cuatro meses y nueve días, a su colega de posición, el colombiano Farid Mondragón, hasta la fecha todavía el hombre con más edad que ha disputado un partido del Mundial.
En el otro lado del campo, el técnico Juan Antonio Pizzi también afronta el encuentro envuelto en duras críticas y con la necesidad de una victoria que aunque la lograra no le garantizará continuar al frente de los “halcones verdes”