¿Cuál es el impacto en las sucesiones familiares?
Descontentos por pagos de impuestos para cambios empresariales y falta de organización: los mayores dolores de cabeza.
Un estudio de inicios del año pasado, realizado por la Superintendencia de Sociedades, daba cuenta de que cerca del 70 % de las empresas del país eran familiares, pero alertaba por lo que pudiera ocurrir con el futuro económico de estas.
La medición de esa institución también expuso que tan solo el 30 % del total de compañías con naturaleza familiar pasaban a ser manejadas por la segunda generación de esta, y que tan solo el 13 % llegaba a manos de una tercera generación. La incertidumbre económica, los costos fiscales y problemas generales de adaptación se convirtieron en las principales excusas de esos resultados.
Parte de la justificación en la pérdida de esa herencia empresarial tiene sustento en la idea de que, para este tipo de sociedades, los costos fiscales en sucesiones terminan por pasar factura: son engorrosos, eso afirma un estudio realizado por Kpmg, empresa experta en auditoría y asesoría fiscal con presencia en 156 países (ver Paréntesis).
En el país existe un impuesto del 10 % sobre “las ganancias por herencia”, que es la figura que aplica cuando se lleva a cabo un proceso de sucesión. El impuesto termina por convertirse en un costo que debe asumir la empresa si quiere que un negocio mantenga esta naturaleza.
Y mientras en Colombia se da de esta manera, en naciones como Estados Unidos, las reglas fiscales se están encaminando para hacer más fáciles este tipo de procesos. Tanto así que en el país norteamericano se exoneró de este tipo de cargas impositivas cuando hay transferencias de empresas familiares.
Sobre estos procesos, Jesús Canal, socio empresarial de Kpmg Colombia, aseguró que: “Un próspero sector de empresas familiares contribuye a una economía vibrante. Las transferencias eficientes entre generaciones dejan la riqueza en manos de familias emprendedoras para invertir en actividades generadoras de ganancias, y eso puede ayudar a estimular la creación de empleos”.
Otra medición hecha por la Supersociedades, en colaboración con Confecámaras, que da cuenta de los principales motivos en las liquidaciones de las compañías familiares concluyó que los problemas asociados a la gestión de la compañía (donde se incluyen las sucesiones o pagos de tributos) tuvo el 37,4 % de las ra- zones para el cierre de estas.
El especialista en alta gerencia de la Universidad Militar Nueva Granada, Julio Mójica, aseguró a través del paper “¿Por qué la mayoría de empresas familiares no sobreviven a la tercera generación?” que: “La falta de competitividad que se traduce en confianza y no en favorabilidad, más las carencias para el manejo de una correcta gestión empresarial (lo que llamaría poca capacidad de preparación intelectual frente a las demandas competitivas del mercado) son otros factores que causan esta tendencia”.
Una de las trabas que más complica los procesos de sucesión, según el informe de la Supersociedades, es que en el 71,9 % de los casos las empresas familiares no cuentan con la documentación que permita realizar la sucesión o reemplazo.
El informe de Kpmg concluye diciendo que “los impuestos no deben ser necesariamente el factor decisivo en la planificación de las transferencias de empresas familiares. Los planes de sucesión deben estar alineados con los valores y el propósito de la familia”