Volver a lo simple
Cuando se publicó “El Poder de lo Simple” de Jack Trout en 1999, y al año siguiente Steven Cristol y Peter Sealey escribieron “Simplicity Marketing”, muchos pensamos que el mercadeo que soñó Ted Levitt sería realidad. Pero no ha sido tan fácil y por eso John Mariotti, en 2008, publicó “The Complexity Crisis”. Es paradójico, cuando más efectivo y necesario es lo simple, aumenta lo que alguien llamó “mercadeo burocrático”, que no es más que complicarle la vida al cliente. Por lo anterior, es bueno recordar la fábula de la hormiga productiva: “Todos los días, muy temprano llegaba a su empresa la hormiga productiva y feliz. Allí pasaba sus días, trabajando y tarareando una antigua canción de amor. Ella era productiva y feliz, y no era supervisada. El abejorro gerente general consideró que ello no era lo adecuado y creó el puesto de supervisor, para el cual contrataron a un escarabajo. La primera preocupación del escarabajo supervisor fue organizar la hora de llegada y de salida y también preparó hermosos informes. Pronto fue necesario contar con una secretaria para que ayudara a preparar esos informes, así que contrataron una arañita. Mientras tanto la hormiga productiva y feliz trabajaba y trabajaba. El abejorro gerente, encantado con los informes del escarabajo supervisor, pidió cuadros comparativos y gráficos, indicadores de gestión y análisis de tendencias para lo cual se contrató un cien pies ayudante para el supervisor necesitándose un nuevo computador con impresora a color. Pronto la hormiga dejó de tararear sus melodías y comenzó a quejarse de todo el papeleo que había que hacer. El abejorro gerente creó el cargo de gerente del área donde trabajaba la hormiga. El cargo fue para una cigarra. El nuevo gerente necesitó, claro está, otro computador y cuando se tiene más de uno, hay que tener una red local. El nuevo gerente pronto necesitó un asistente para que le ayudara a preparar el plan estratégico y el presupuesto para el área donde trabajaba la hormiga. Ella ya no era la misma y cada vez se le notaba más irascible. “Vamos a tener que contratar un estudio de clima laboral”, dijo la cigarra. Un día el gerente general, al revisar las cifras, se dio cuenta que la unidad de negocios (donde trabajaba la hormiga) ya no era tan rentable como antes y contrató al búho, prestigioso consultor, para que hiciera un diagnóstico: “Hay demasiada gente en este departamento...”. El gerente general siguió el consejo del consultor y despidió a la hormiga. P.D.: ¡Cualquier parecido con la coincidencia es pura realidad!