EMPRENDIMIENTO Un trapiche para endulzar la economía de Altavista
Con la elaboración de dulcería artesanal y otros productos, un grupo de familias encontró una opción de empleo para beneficio de la comunidad.
El cantar de los pájaros y el sonido que produce el viento cuando mece los árboles advierte que nos acercamos a nuestro destino. Por un momento, los grandes edificios se ocultan y se comienza a ver a través del retrovisor y el parabrisas del carro, hermosas y verdes colinas cubiertas con flores, árboles de café y cañaduzales.
El aire contaminado desaparece completamente del olfato y el Sol radiante brilla por encima de nuestra frente. Ya en la vereda El Jardín, perteneciente al corregimiento de Altavista, justo allí en ese lugar, tan estigmatizado por la violencia de los últimos días se construye el trapiche La R, un proyecto económico que beneficiará a la comunidad de ese sector.
Se trata del primero en esa zona, en el cual se producirá una variedad de productos y dulces artesanales, como el
blanquiao y el subido, conocido también como merengón. Y no podía faltar el guarapo: jugo de caña con limón, guarapo cítrico, guarapo con aguardiente y guarapo con jengibre para la gripe.
En el lugar se están ultimando los detalles para la inauguración que será el próximo domingo. Luis Antonio Romero es el dueño del lugar y extiende su invitación a todos los habitantes de la ciudad para que se acerquen al nuevo trapiche.
Son precisamente los habitantes de ese sector del occidente de la ciudad, quienes se verán beneficiados con esta iniciativa. Es el caso de Duván Loaiza, un joven que estaba desempleado y sin muchas posibilidades de superar condiciones de vulnerabilidad. Ahora está dedicado al mantenimiento de la casa finca donde opera el tra- piche, y al cuidado de los animales que tienen allí.
Historia de El Jardín
Los primeros pobladores que llegaron a la zona, son campesinos provenientes de los municipios del Suroeste Antioqueño. Lo curioso es que ni ellos, ni sus hijos, ni sus nietos (que son los que actualmente viven allí) nunca se han ido, así lo relata Herman Álvarez Velásquez, miembro de
la Junta Administradora Local del corregimiento de Altavista.
La finca Las Tonas posee una propiedad fabricada en tapia, que data precisamente de la arquitectura y el tipo de construcción que se hacía en Medellín hace más de 50 años.
Esta zona es un baluarte natural para la ciudad y con el cuidado del medioambiente que hacen los habitantes del sector, esperan poder tocar las puertas de la Alcaldía de Medellín para que los apoyen, no solo con proyectos económicos, sino también con iniciativas que propendan por el cuidado de la naturaleza