El Colombiano

LENGUAJE SEXISTA Y EXCLUYENTE

- Por SALOMÉ NAVIA GONZÁLEZ Universida­d Pontificia Bolivarian­a Facultad de Com. Social, 2° semestre salome.navia@upb.edu.co

En las últimas semanas, las redes sociales se han llenado de esta nueva moda o movimiento feminista, el cual pretende hacer un llamado para la inclusión de los géneros. Esta propuesta busca dejar de lado los géneros masculino y femenino de las palabras, pues resulta excluyente para la población; en su lugar, proponen el uso de palabras como todes, nosotres y elles; con las cuales, al no definir entre femenino y masculino, todas las personas se pueden sentir identifica­das, sin importar su género u orientació­n.

Este caso no resulta nuevo, pues ya se han visto movimiento­s feministas donde muestran su indignació­n con la RAE, pues la acusan de ser machista y sexista. Sencilla- mente el idioma evoluciona y tiende a simplifica­r la comunicaci­ón, hacerla más sencilla; pues no resulta ágil decir: “Ciudadanos y ciudadanas”, en su lugar, se dice únicamente la parte masculina plural, de este modo no se recurre a un circunloqu­io; igualmente la RAE se pronunció y se negó a aceptar la letra “e” como marca de género inclusivo pues los cambios lingüístic­os no se producen por la decisión de un colectivo.

Las mujeres se han abierto camino a lo largo de los años con sus protestas dignas (como sucedió en Bello con la huelga de Betsabé Espinal). Ha sido gracias a estas feministas verdaderas, que las mujeres ahora pueden desempeñar­se en las cien- cias, las artes, la cultura, la política y en todo. Por su parte está el feminismo que más que exigir el cumplimien­to de sus derechos, cuestiona el uso de algunas palabras como lo son profetisa, poetisa y sacerdotis­a, pues para ellas resultan despectiva­s.

Este asunto del sexismo y la inclusión exige la participac­ión de los lingüistas, filólogos y escritores; aclaro que no añado la parte femenina por cuestiones de economía verbal.

La lengua, por sí sola, no es sexista ni excluyente; sino el uso que se le da diariament­e y en los discursos. Ejemplos sencillos como lo es zorra y zorro, la primera resulta grotesco y despectivo, pues se le ha adaptado el significad­o de una mujer buscona, mientras que un zorro es un animal astuto. Por tanto, si no se cambia la sociedad, el lenguaje no se transforma­rá

La lengua, por sí sola, no es sexista ni excluyente; sino el uso que se le da diariament­e y en los discursos.

* Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión joven. Las ideas expresadas por los columnista­s del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsabl­es sus autores. No compromete­n el pensamient­o editorial de El Colombiano, ni las universida­des e institucio­nes vinculadas con el proyecto.

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