Así se dio el retroceso económico del gobierno Santos
Al presidente se le debe reconocer su persistencia por la búsqueda y consecución de una solución negociada al conflicto armado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), la única salida posible. Sin embargo, también es claro que fracasó en resolver los dos principales problemas económicos y sociales del país: crear más riqueza y distribuirla de mejor manera. Santos no rompió la dependencia en la extracción y exportación de recursos naturales como principal fuente de financiación para la Nación. La política minero-energética fue eje principal de sus dos gobiernos (el primero entre 2010 y 2014, el segundo entre 2014 y 2018), mientras se presentó un exiguo crecimiento en la agricultura e industria. A quienes sí les fue muy bien durante su mandato fue a los especuladores financieros, especialmente al escudero de Santos: el grupo Sarmiento Angulo. Los productores agrícolas del país tuvieron que protagonizar masivas protestas frente a la paradoja que, en un país al que le sobra la tierra, compra del extranjero 14 millones de toneladas de alimentos cada año. A la industria le fue peor, pues hoy Colombia queda con menos capacidad de producir las mercancías que consume. Aun así, Juan Manuel Santos aplicó juiciosamente el modelo de los tratados de libre comercio, cuyos resultados probaron que consisten en reemplazar producción y empleo nacional por extranjero. Frente a esta situación, lo único que se puede concluir es que, como lo ha reconocido el mismo Juan Manuel Santos, fue un continuador de las recetas económicas de las últimas tres décadas. La misma orientación fallida que ha sido incapaz de convertir a Colombia en una nación más desarrollada.