“Es preocupante la escalada del proteccionismo y los efectos que podría tener sobre el comercio internacional y las cadenas de valor”.
Es preocupante la escalada del proteccionismo y los efectos que podría tener sobre el comercio internacional y las cadenas de valor.
Según la Junta Directiva del Banco de la República (JDBR) en su más reciente Informe al Congreso (julio, 2018), las perspectivas de la economía colombiana para 2018 son prometedoras, todos los analistas revisan sus previsiones de crecimiento al alza y los indicadores de confianza del consumidor y de los empresarios muestran recuperación. La JDBR se muestra optimista, no obstante, advierte sobre algunos factores que podrían afectar a la economía y deben vigilarse.
La JDBR destaca que el ajuste después de los choques de ingreso y de inflación, una situación mu’y compleja que produjo grandes desequilibrios en las cuentas del país, fue posible por las buenas bases de la economía y las posibilidades que brinda para el manejo macroeconómico la existencia de arreglos institucionales como la inflación objetivo, la flexibilidad cambiaria y la regla fiscal. Si a esto se agrega la solidez del sistema financiero y un adecuado nivel de reservas, se tienen los elementos de un sólido marco de política macroeconómica que es apreciado por los mercados.
En términos generales, el entorno internacional para la economía colombiana es favo- rable. Después de un buen año de crecimiento de la economía mundial en 2017 (2,3 % para algunos organismos internacionales) y con la reducción del desempleo, especialmente en los países avanzados, es de esperar un buen 2018. Es poco probable que, en el corto plazo, los factores que hasta ahora han sostenido el crecimiento mundial se modifiquen. La política monetaria todavía es ex- pansionista en Estados Unidos, aún si su normalización ya está en curso, y en la zona del euro debería modificarse solo en 2019. La política fiscal, por su parte, es neutra por ahora, aunque pronto deberá volverse expansionista, sobre todo en Estados Unidos. En esas condiciones, se espera un mayor crecimiento de los países industrializados y una aceleración del crecimiento de los emergentes para un total de crecimiento esperado para la economía mundial de entre 3,4 % y 3,7 % en 2018.
Uno de los principales mensajes del Informe señala que el déficit en las cuentas externas que se dio por la reducción en el precio del petróleo llevó a un importante incremento de la deuda externa que llegó en abril de 2018 a 36,8 % del PIB, cuando cinco años atrás era 21.8 %. De ahí la necesidad de sostener tasas de ahorro elevadas que permitan mantener altos niveles de inversión sin comprometer la sostenibilidad externa del país. También se preocupa la JDBR por la necesidad de diversificar los ingresos externos y no depender tanto de los productos primarios.
Según el Informe, la economía podría verse afectada por algunos elementos negativos que podrían sobrevenir en el corto plazo. El primero de ellos es la volatilidad que se ha observado en los mercados de capitales y que puede explicarse por su reacción frente a la normalización de la política monetaria. Esto crea tensión en los mercados de capitales por lo que hay que estar especialmente vigilantes frente a la exposición al riesgo cambiario de las empresas colombianas. También es preocupante la escalada del proteccionismo y los efectos que podría tener sobre el comercio internacional y las cadenas de valor. Un riesgo importante es la posibilidad de una reducción del precio del petróleo que pueda debilitar los ingresos externos y las finanzas del gobierno, esto en un mercado en el cual actúan elementos geopolíticos totalmente impredecibles