El Colombiano

2 maneras de mover este carro

El futuro ya está llegando: usar carros que piensen en el ambiente. Probamos un híbrido y esto pasó.

- Por JUAN GUILLERMO MORENO

BMW da un golpe de mano en Colombia con la comerciali­zación desde hace un par de años del 330e, el primer sedán Premium de la marca de Munich con sistema híbrido de impulsión que se ofreció oficialmen­te en el país (luego llegaría el 530e), es decir, la combinació­n de un motor térmico (a gasolina) con uno eléctrico.

EL COLOMBIANO probó este modelo cuya batería de iones de litio da 7,6 kWh y se recarga a través de un sistema conectable a la energía.

El 330e pertenece a la división iPerforman­ce de BMW, es decir, la de los modelos híbridos. Allí están además, el 530e y la SUV X5, todos de venta en nuestro mercado. Está impulsado por un motor dos litros a gasolina TwinPower Turbo de 184 caballos y 290 Nm a las ruedas traseras, heredado del 320i, y una unidad de potencia eléctrica que produce el equivalent­e a 87 caballos de fuerza y 250 Nm.

Es decir, juntos aportan 252 caballos y 420 Nm, lo cual lo hace un automóvil de respuestas inmediatas, potentes y de prestacion­es muy satisfacto­rias, pues alcanza 225 km/h de velocidad punta y un 0 a 100 en poco más de seis segundos. En modo totalmente eléctrico este carro puede rodar unos 40 kilómetros, dependiend­o de la intensidad de su uso y la demanda de potencia que tengamos.

La caja de cambios es la Steptronic de 8 marchas con modo manual desde la propia barra o mediante unas paletas en el volante. Esta caja solo opera en el modo a gasolina.

A bordo

La unidad probada llevaba el acabado Sport, con asientos envolvente­s de ajuste eléctrico y tres memorias, además de rines de 19 pulgadas. Los materiales en cabina son de una calidad irreprocha­ble, con cuero, pespuntes a mano, insercione­s metálicas y una sensación al tacto muy agradable.

El cuadro de instrument­os conserva los relojes análogos con iluminació­n roja, tan típica en la marca, con un espacio discreto para el computador de consumos, distancias, carga de la batería eléctrica y autonomías. Es operable desde una palanca en la caña de dirección.

Aunque su diseño no dista mucho de los otros Serie 3, algo que lo hace diferente a sus demás hermanos de serie es el toma de energía en el guardafang­o delantero derecho mediante una compuerta que se abre al pulsarla con decisión, los emblemas “eDrive” en los parales C, la iluminació­n azul en la cabina cuando se desactivan los seguros de las puertas y el potencióme­tro variable según el modo de conducción utilizado: Eco Pro, Comfort o Sport. Los dos primeros ofrecen la posibilida­d de recargar la batería en deceleraci­ones y frenadas.

Su postura al volante, redondo completame­nte, con mandos de audio, computador, control de crucero, telefonía y regulable de manera manual en altura y profundida­d, es muy buena, aunque por ser tan voluminosa­s las sillas, a veces cuesta trabajo entrar y salir del carro.

La pantalla central es táctil, alargada y fácil de usar. Tiene profusa informació­n sobre cada sistema del carro, en especial del modo híbrido, también, lleva cámara de reversa con sensores de proximidad y alineación. El arranque es sin

llave, por botón, y siempre lo hace en modo eléctrico.

En la consola central se aloja el sistema de climatizac­ión, muy sobrio y sencillo de usar y en la parte baja hay acomodació­n para celulares y botellas pequeñas. El reposabraz­os funciona como caja para guardar objetos más voluminoso­s y conectar equipos a la ranura USB

Atrás hay buen sitio para las piernas y la cabeza de una persona de no más de 1.85 metros. Se pueden hacer viajes cortos con tres pasajeros en esta zona, aunque lo más recomendab­le es que vayan dos, pues el túnel central de transmisió­n es voluminoso. Hay portamapas de red en los espaldares delanteros y salidas independie­ntes para la climatizac­ión, además de un toma de 12V. Los asientos traseros son abatibles en proporción 60/40.

El maletero se opera de manera remota desde la llave. Tiene 370 litros de capacidad, es decir, que pierde 110 litros en comparació­n con los otros Serie 3, además de cinco galones menos de capacidad en el tanque, quedando en 10,8.

También, el peso final aumenta 230 kg para quedar en 1.735 kg. Esto por la acomodació­n y el peso de la batería que alimenta la unidad de po-

tencia. En el baúl se aloja el maletín con el cable de carga que va de un costado del auto a la pared o a la estación de recarga. En el modo más lento, con toma de 110V, tarda seis horas en cargarse, a 220V, con el wallbox que entrega la marca en el costo del vehículo, pero debe ser instalado por Epm, es de 1,6 horas.

En marcha

El sistema de manejo híbrido mantiene el carro en modo eléctrico a velocidade­s que no superen los 80 km/h, lo cual lo hace ideal para conducción en zonas urbanas sin gastar una gota de gasolina ni emitir CO2 al ambiente. En carretera abierta a velocidade­s altas, se conecta el motor a gasolina y prácticame­nte no se gasta energía de la batería. Esta solo se conecta cuando se necesita y así se reduce el consumo de carburante.

Hay un botón “eDrive” al lado de la palanca de cambios que tiene tres opciones de manejo, visibles en la pantalla: “Auto eDrive”, que determina automática­mente cuándo se necesita la propulsión eléctrica y la mantiene por debajo de los 70 km/h, “Max eDrive”, con prioridad para la batería hasta 120 km/h, y “Save Battery”, que trata de ahorrar car-

ga, incrementa­ndo el consumo de gasolina.

Cuando la batería se agota, no hay problema, solo funciona el motor a gasolina pero nunca nos quedamos varados. La batería puede regenerars­e por sí misma, pero su ganancia será muy poca.

Hicimos la prueba descendien­do desde el Alto de Las Palmas hasta la glorieta de Sandiego (16 kilómetros) sin acelerar, y la ganancia fue de solo 8 kilómetros para la uni- dad de potencia, por lo cual es inevitable recargar el carro, bien sea en una conexión de pared, como un celular; un Wallbox, suministra­do por la marca, o en una estación de carga. Eso sí, en esta última hay que verificar que el tipo de conector (Schuko) sí sea compatible con el del carro porque no todos lo tienen.

El BMW 330e es un carro que sorprende por sus prestacion­es. Bien en modo eléctrico o en el de gasolina. Pese a te- ner una suspensión con el acabado Sport y unas ruedas de perfil bajo, la marcha es muy cómoda y no se sienten tanto las imperfecci­ones del camino, elevando la calidad de vida a bordo e invitando a pasar mucho tiempo dentro de él.

La respuesta en toda condición es muy ágil y suficiente para hacer sobrepasos, arrancar en pendientes o conservar cruceros altos en carretera. Aunque se puede usar por largo tiempo la unidad de potencia, el paso de la propulsión eléctrica a la de gasolina se siente por el cambio en las revolucion­es y el sonido típico de los motores BMW, aunque en los cuatro cilindros, y con la llegada del turbo, ha perdido sonoridad si los comparamos con aquella melodía excelsa de los seis en línea de antaño.

La iluminació­n, con luces Led adaptativa­s, no tiene reproche alguno. El consumo, sabiéndolo utilizar adecuadame­nte, es muy bajo para las prestacion­es que da y puede llegar a hacer hasta más del doble por galón de gasolina que su equivalent­e “normal”.

Este automóvil, por un costo de $140.000.000 resulta muy equilibrad­o, dado que aun su única competenci­a en el país, por vocación y precio, es el MINI Countryman Cooper S E Hybrid, pero en otros mercados está marcada por el Mercedes-Benz C350e y el Volkswagen Passat GTE

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 ?? FOTOS CORTESÍA BMW ?? Los híbridos combinan la posibilida­d de, según la intención del conductor, manejar con gasolina o con energía eléctrica.
FOTOS CORTESÍA BMW Los híbridos combinan la posibilida­d de, según la intención del conductor, manejar con gasolina o con energía eléctrica.
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