Pitazo inicial para bajar impuestos
El fútbol, a través de la Dimayor, busca liderar que en la próxima reforma tributaria las sociedades deportivas tengan una reducción en impuestos.
El fútbol propone que en la próxima reforma tributaria las sociedades deportivas tengan beneficios. Expertos dicen que es necesario, pero debe haber compromiso desde el deporte. Esta es la iniciativa.
Ahoras de su nombramiento como nuevo presidente de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), Jorge Enrique Vélez anunció que uno de los pilares sobre los que trabajará su administración se centrará en que, en la próxima reforma tributaria que impulse el Ministerio de Hacienda, se tenga en cuenta un beneficio económico para las sociedades deportivas.
La idea es, según se lo explicó Vélez a EL COLOMBIANO, que el deporte como impulsor de desarrollo, entretenimiento e impacto social, tenga un alivio financiero que le permita seguir siendo un generador de valor para el país. “Lo que buscamos es que el dinero que va por el pago de impuestos pueda ser reinvertido en semilleros y el mejoramiento de infraestructura. En Colombia las sociedades deportivas reciben una carga impositiva muy alta y urge alivianar un poco ese peso”, dice Vélez.
La idea es que se revisen dos puntos en específico: lo concerniente al impuesto de renta y la ganancia ocasional, además de mirar qué ajuste se puede hacer sobre el Impuesto de Valor Agregado (IVA).
El fútbol local, a través de la Dimayor, se ha fijado la tarea de liderar la puesta en marcha de la iniciativa y ya prepara un documento para que el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, conozca cuáles son las peticiones que nacen desde el de- porte con miras a que este tipo de sociedades tengan un beneficio tributario.
El panorama
La Ley del Deporte dicta que los equipos sean sociedades anónimas de carácter comercial, rótulo que les implica funcionar como cualquier empresa, con la carga impositiva que ello implica. La normativa da cuenta de que aquellos clubes deportivos profesionales que se constituyen como sociedades anónimas están sometidos al Régimen Ordinario del Impuesto sobre la Renta.
“La petición de cambio se viene haciendo en el país desde hace mucho tiempo. Sí urge que el deporte tenga un alivio financiero, pero también se necesita que las mismas empresas deportivas se pongan en cintura y tengan un manejo claro de los ingresos. El caso del fútbol se vuelve especial por eso mismo”, asegura Carlos González Puche, director ejecutivo de la Asociación Colombiana de Futbolistas Pro-
fesionales (Acolfutpro).
El dirigente gremial se refiere a que muchas veces los clubes deportivos no tienen un manejo claro sobre sus finanzas, “la tarea de contar con un seguimiento más juicioso sobre esto y que de verdad los movimientos financieros se piensen en pro de la institución y no sobre el beneficio económico de particulares es uno de los pendientes”, añade González (ver Radiografía).
La propuesta se da cuando también se conoce una reducción en el presupuesto para Coldeportes, que pasó de 570 mil millones de pesos a 350 mil millones. “Es otra de las razones válidas por las que el deporte requiere un salvavidas financiero. Está claro que el Esta- do requiere del dinero que llega por parte de los impuestos, pero ¿necesita de aquel que le ponen un freno a la recreación y el desarrollo?”, dice Vélez, presidente de la Dimayor.
“Desde hace mucho tiempo venimos liderando iniciativas para que el deporte salga de esa urgencia económica en la que vive. Una de las propuestas más fuertes está en que se nivele la carga tributaria que hay sobre el deporte a la normativa que rige al cine, por ejemplo”, agrega Baltazar Medina, presidente del Comité Olímpico Colombiano.
Medina confirma que aún no conocen cómo se daría la propuesta articulada que se lidere desde la Dimayor. Dice que el Comité Olímpico ya cuenta con un plan que también hará llegar al Ministerio de Hacienda con el objetivo de que en esa reforma tributaria también se incluya lo que pueda ocurrir con los beneficios para las empresas que se interesen por patrocinar el deporte nacional. “Sería una suerte de compensación para mitigar
el recorte presupuestal que recibió Coldeportes”, complementa Medina.
¿Qué tanto se necesita?
Pareciera que mucho. Además de una reducción de 220 mil millones de pesos para el órgano encargado de manejar el deporte en el país, la situación en general es complicada. Socie-
dades deportivas en ley de insolvencia y deportistas que deben buscar apoyo desde las empresas privadas o en otros países así lo demuestran.
“En el fútbol seguimos buscando la manera de generar ingresos que le den un respiro a las finanzas de los equipos, no es un problema que solo atañe a los clubes pequeños. Las institucio- nes más grandes también lo viven. Seguimos buscando la manera de generar ingresos, en ese juego debe entrar la empresa privada”, asegura Ramiro Ruiz, presidente del Envigado Fútbol Club.
Y es que el deporte se ha visto en la obligación de mirar cuáles son las fuentes de financiamiento alternativas más fuertes y cómo lograr que desde distintas ramas llegue el dinero que empieza a escasear. Solo en el fútbol, por ejemplo, y de acuerdo con datos de la Superintendencia de Sociedades, el año pasado los equipos del fútbol local empezaron a verse en la necesidad de diversificar su negocio.
Mientras que rubros tradicionales como el ingreso por boletería y derechos de televisión disminuyeron desde 2013 (en boletería pasó de
29,7 % del total de ingresos, a 5,9 %; y 17,2 % a 13,2 % en televisión), nuevas fuentes de financiamiento se empezaron a inyectar para este tipo de sociedades.
De un lado, mientras en 2013 los equipos recibieron 897 millones de pesos por mercadeo, en 2017 llegaron 9.615 millones por ese rubro. Y en el caso de las escuelas de formación deportiva las ventas pasaron de 2.992 millones de pesos a 14.091 millones.
Precisamente sobre este último aspecto es en el que se sustenta gran parte de la petición de rediseñar el esquema tributario al deporte. “Las instituciones deportivas constituyen una base fundamental para la sociedad, cada vez generamos más valor, y así mismo necesitamos el apoyo financiero para seguir siendo actores fundamentales”, recalca Vélez (ver ¿Qué sigue?).
Sin embargo, González Puche cree que para que el deporte pueda considerarse como un generador de mayor impacto dentro de la sociedad y recibir una suerte de protección económica, debería complementarse con otro tipo de actividades. “Basta con ver lo que se hace en Estados Unidos. No es gratuito que allí el deporte de alto rendimiento se haga desde la academia, de esa manera sí se concibe una integralidad más profunda en la formación de personas”.
El directivo de Acolfutpro se refiere a que la formación deportiva se complementa con la académica, propuesta que se ha intentado llevar a cabo en el país, pero que no ha tenido, ni el eco ni la infraestructura necesaria para ponerla en marcha.
Hay que generar políticas para un manejo más completo. Si bien es importante que este tipo de sociedades se conciban como empresas por la visión de negocio que eso representa y por la política de desarrollo que implica, sí deben existir mayores compromisos que justifiquen la eliminación de impuestos, eso piensa Alejandro Cheyne, decano de Administración de Empresas de la Universidad del Rosario.
“Claro que requieren beneficios tributarios, pero urge que en los dirigentes exista una convergencia entre conocimiento deportivo y dirigencial”, puntualiza Cheyne
“Sí se necesita un respiro económico, pero también que las sociedades sean más juiciosas en su manejo”. CARLOS GONZÁLEZ PUCHE Director ejecutivo de Acolfutpro.