Retos que vienen tras la intervención en la avenida De Greiff.
Tras el operativo en la avenida De Greiff son muchos los retos que debe afrontar la administración con los habitantes de calle y con el sector.
Como un acto “de película”, así podría considerarse la labor de los tres oficiales de la Policía que se infiltraron durante cuatro meses en el denominado “Bronx de Medellín” para descubrir y capturar a los cabecillas y vendedores de estupefacientes en la avenida De Greiff, centro de la ciudad.
Aunque no se han revelado mayores detalles de cómo se adelantó el trabajo de inteligencia, el general Óscar Gómez Heredia, comandante de la Policía Metropolitana, dijo que “los tres agentes se hicieron pasar como habitantes de calle, logrando una caracterización impecable”.
Su labor silenciosa, en medio de precarias condiciones de higiene y en el mayor riesgo para sus vidas, los tres “infiltrados” lograron reunir suficiente material probatorio para capturar a alias ‘ don Omar‘, a su compañera sentimental alias ‘La mona‘ y otras dos personas: alias ‘La negra‘ y su hijo alias ‘Juan‘”.
El operativo, que sorprendió en pleno corazón del Centro de Medellín, el pasado miércoles, fue realizado en conjunto entre la Policía Metropolitana y la Fiscalía General de la Nación y permitió desmantelar las casas de vicio que funcionaban en ese sector controlado por alias “don Omar”, presunto cabecilla de la organización criminal Convivir del Centro, que opera en alianza con la banda la Terraza, ambas dedicadas al microtráfico, extorsión y otras acti- vidades delincuenciales.
Éxito en la misión
Fuentes de la Policía consultadas por EL COLOMBIANO dijeron que los tres agentes que se hicieron pasar por habitantes de calle están disfrutando de en un permiso especial. Varios días de compensatorio les fueron otorgados por la labor que desempeñaron en el éxito de esta misión.
El experto en seguridad Luis Felipe Dávila, reconoció que la operación fue trascendental, porque hay que afianzar la presencia del Estado en todo el territorio. “En esa medida creo que es muy importante que la ciudadanía se dé cuenta de que no hay lugares exentos para el cumplimiento de la ley”, dijo Dávila.
Este tipo de labores deja dos mensajes a la ciudadanía, según el experto. El primero, “es simbólico, porque representa la presencia del Estado en sitios y lugares donde ha habido cierto tipo de permisividad y alcahuetería con el consumo de sustancias psicoactivas. Y el segundo desde lo práctico, porque ataca el eslabón más bajo de la cadena de drogas, un fuerte golpe al subsuelo del hampa criminal, que de ninguna manera es un paño de agua tibia porque permite nuevas reflexiones sobre lo que pasa en Medellín”.
Atención integral
Una vez intervenido el espacio
público, se inició la atención de la población que permanecía allí en situación de calle.
Paulina Suárez, secretaria de Inclusión Social de Medellín, señaló que “ayer atendimos a 900 personas en el centro de atención básica. Allí les ofrecimos los servicios básicos de alimentación, aseo y recreación. Esperamos contar con el apoyo de sus familias y amigos, de tal manera que puedan contribuir a las actividades de rehabilitación que venimos desarrollando en nuestros centros”.
Sin embargo, el desplazamiento de estas personas hacia otras zonas del Centro despertó ayer temores y denuncias, en las que advirtieron de por lo menos el robo de una bicicleta y el ataque con piedras a un motociclista en la glorieta aledaña a la plaza Minorista