HAY QUE VALORAR LOS RESULTADOS, Y CUIDAR QUE NO SE VULNEREN DERECHOS HUMANOS
Hay una acción de tiempo atrás que ha sido efectiva y que por su largo plazo ha producido resultados, con enormes retos no tanto en el campo del conflicto armado —hay que insistir en el diálogo con el Eln— sino también en el terreno de las bandas criminales y de la delincuencia común.
Se debe reconocer esos resultados, pero que para nada terminen en un mensaje de mano dura que desemboque en vulneraciones a los derechos humanos. Hay una alerta por lo que ocurrió en el gobierno de
Álvaro Uribe, con la circular que invitaba a conseguir resultados a cualquier costo. Es momento de recordar que si bien los resultados son importantes, todo ello debe darse en el marco del respeto a los DD.HH. y del no todo vale. Ese es el llamado respetuoso que se debe hacer a las Fuerzas Armadas del país.
Hay que actuar en la perspectiva de una política integral de seguridad. Medellín, por ejemplo, es muy golpeada por distintas formas de criminalidad. Se hace un esfuerzo grande de autoridades locales y departamentales. Pero la experiencia del Bronx, el de Bogotá, es que si no se hacen intervenciones que diferencien criminalidad y problemática de habitantes de calle, se corre el riesgo de violar derechos de grupos vulnerables. Se deben buscar resultados y acompañar a las FF. AA., pero con una política integral frente a la seguridad urbana y la protección, entre otros, de líderes sociales y niños y jóvenes