SUEÑO INCOMPATIBLE

Finalmente, el cariño y el vínculo entre Nacional y Franco Armani no fue suficiente para que el argentino se quedara. Su deseo de jugar el Mundial y la imposibilidad de hacerlo con Colombia lo impulsaron a marcharse a River, dejando un legado difícilmente igualable. Hoy, con 890 minutos sin recibir gol, está a 95 de romper récord histórico en su nuevo club.